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Un grupo de médicos extranjeros participaba esta semana en un entrenamiento en la Universidad de Brasilia, Brasil, para poder empezar a trabajar en sanidad pública en este país.
Un grupo de médicos extranjeros participaba esta semana en un entrenamiento en la Universidad de Brasilia, Brasil, para poder empezar a trabajar en sanidad pública en este país.

Médicos extranjeros reciben rechazo por gremios profesionales de la salud en Brasil

Por EFE
lunes 02 de septiembre de 2013, 11:18h
Casi 700 médicos de Cuba, España, Argentina y otros países comenzaron la pasada semana una nueva vida en Brasil con sesiones de entrenamiento como parte de un programa gubernamental para mejorar la salud del país que se ha topado con la oposición de los gremios nacionales.
Serán destinados a barrios de la periferia de las grandes ciudades y localidades del interior del país cuyas plazas no se cubren con los profesionales brasileños. Eso no ha impedido que las asociaciones médicas nacionales rechacen la iniciativa, llamada "Más médicos para Brasil", al poner en duda las calificaciones de los extranjeros y pedir una mejora de las condiciones de trabajo para los profesionales nacionales.

Hasta ahora han llegado 682 médicos extranjeros o brasileños que vivían en el exterior. De ellos, 400 son cubanos y se prevé la llegada de otros 3.600 médicos de la isla este año, además de los candidatos que se inscriban en el sitio web del programa.

Las asociaciones médicas han declarado que no van a proporcionar los registros de profesionales a los extranjeros, pero eso no preocupa a la médica cubana Marlene González Ramírez, de 43 años. "No estamos aquí para eso. Llegamos a una misión de solidaridad, estamos acostumbrados a ayudar a los países hermanos y queremos elevar los indicadores de salud en Brasil", dijo González, que ha estudiado portugués desde hace un año.

El mayor rechazo se ha dirigido precisamente a los médicos cubanos. El pasado lunes un grupo de ellos fue acosado en Fortaleza bajo gritos de "esclavos" e "incompetentes" durante una protesta organizada por la Asociación de Médicos del Estado de Ceará. Varias organizaciones médicas piden que los extranjeros hagan el examen de la "reválida", una prueba para reconocer diplomas del exterior, que no exige el programa, el cual tiene una duración de tres años.

Otra de las polémicas es el sistema de pago del salario de los cubanos. Brasil enviará el dinero a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que lo mandará al Gobierno cubano, el cual traspasará una parte a los profesionales y se quedará con otra. Brasil les pagará 10.000 reales (unos 4.200 dólares) al mes, pero en base a otros contratos de Cuba con el exterior y dependiendo del costo de vida en la ciudad donde esté el médico, el Gobierno cubano podría quedarse con hasta un 70 % del salario.

El ministro de Salud de Brasil, Alexandre Padilha, admitió no saber si la remuneración que reciban será suficiente para pagar sus gastos en el país. El cubano Belvides Silvia Hernández, de 41 años, no quiso comentar sobre el dinero que llegará a los bolsillos de los profesionales, pero dijo que estaba seguro de que "es suficiente para vivir aquí".

Ajena a la polémica, la argentina Helga Adriana González, de 40 años, salió de la ciudad de Puerto Iguazú, para trabajar en Brasil, pero terminó cerca de casa, pues será enviada a la ciudad de São Miguel do Iguaçu, en el Estado de Paraná, a solo 50 kilómetros de la frontera.

Aun así, esta ginecóloga no pretende cruzar el río Paraná cada fin de semana. "Para conocer y comprometerme al 100 % con la comunidad que necesita mi trabajo mi familia se trasladó a Brasil. Mis hijas vinieron a aprovechar conmigo esta experiencia humana ", dijo González.

João Alfredo Ausem, de 35 años, vivía desde hace más de una década en Italia, donde estudió medicina y hacía la residencia en radioterapia. Aunque solo le faltaba un año para completar la especialización, decidió hacer las maletas para retornar. Ausem aun está acostumbrándose a la decisión "combattuta " (difícil de tomar) y tropieza con palabras italianas durante la conversación.

"Sigo pensando en italiano. Diez años en otro país es mucho tiempo. Las clases de portugués del curso de formación me ayudan también", bromeó. Las sesiones, que durarán dos semanas, abordan también el sistema de la sanidad pública de Brasil, la cultura brasileña y las enfermedades más comunes en las zonas marginadas. "El curso ayuda a acercarse a la realidad, ver al Brasil con el que nos encontraremos, lejos de los grandes centros y de las clínicas privadas. Vamos a la periferia", dijo Ausem.
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