Washington (EFE).- El Congreso de Estados Unidos
despejó in extremis durante una semana la amenaza de cierre parcial del
estratégico Departamento de Seguridad Nacional (DHS), a cuya financiación han
recurrido los republicanos para batallar contra las medidas migratorias del
presidente del país, Barack Obama.
A dos horas de la medianoche, cuando
expiraban los fondos actuales, la Cámara de Representantes dio luz verde a la
resolución continua aprobada poco antes por el Senado para prorrogar los fondos
del DHS una semana.
Con la firma del presidente comenzó la nueva
cuenta atrás de siete días para votar una ley que financie la principal agencia
de seguridad del país hasta el término del año fiscal, el 30 de septiembre.
La posición demócrata es clara, pues se
opone de forma rotunda a cualquier norma que incluya enmiendas para bloquear la
regularización de más de 5 millones de inmigrantes indocumentados que Obama
anunció unilateralmente en noviembre.
Es por tanto en la bancada republicana donde
se decidirá lo que ocurra con los fondos de Seguridad Nacional en los próximos
días, con los legisladores divididos entre los que se aferran a la línea dura y
los que abogan por aprobar la financiación con una ley "limpia" y
votar sobre las medidas migratorias por separado.
El ala ultraconservadora del partido, el Tea
Party, infligió el viernes una agria derrota al líder republicano en la Cámara
de Representantes, John Boehner, al tumbar un recurso temporal para prorrogar
los fondos tres semanas y mantener la batalla política sin provocar un cierre.
La estrategia comenzó a tejerse en
diciembre, durante la negociación del presupuesto del Gobierno federal, que
financia a todas las agencias hasta finales de septiembre de 2015, salvo al
DHS, con fondos sólo hasta el 27 de febrero.
Sin embargo, los republicanos de ambas
Cámaras han terminado divididos en la ejecución de ese plan, con los senadores
dispuestos a aprobar una ley de financiación del DHS "limpia" y a
votar las medidas migratorias por separado, y los congresistas de la Cámara
Baja opuestos ante lo que consideran una cesión ante los demócratas.
La Cámara de Representantes aprobó hace seis
semanas un proyecto de ley que supeditaba la financiación del DHS al bloqueo de
las acciones migratorias y que los demócratas del Senado impidieron que
prosperara.
El líder de la mayoría republicana en el
Senado, Mitch McConnell, accedió el martes a someter a votación en el Senado
una ley de financiación "limpia", lo que soliviantó especialmente a
los republicanos de la Cámara, aunque el senador prometió votar sobre las
medidas migratorias de manera separada.
"Tenemos dos instituciones diferentes
que no tienen la misma temperatura corporal cada día y por eso intentamos
trabajar para reducir nuestras diferencias. Pero a veces hay diferencias. La
Cámara, por su naturaleza y diseño, es mucho más revoltosa que el Senado, mucho
más", dijo este jueves Boehner.
A la espera de lo que ocurriera en el
Capitolio en la noche del viernes, Obama se reunió con el secretario de
Seguridad Nacional, Jeh Johnson, para ver cómo garantizar los servicios
esenciales en el escenario de un cierre parcial.
De quedarse sin liquidez, unos 200.000
empleados del DHS se habrían visto obligados a acudir a sus puestos de trabajo
sin sueldo, mientras que otros 30.000 empleados no esenciales habrían recibido
un cese de empleo y sueldo hasta que se apruebe la financiación.