Un desfile de moda sostenible en el corazón de la UE urge un cambio en la industria textil

Bruselas.- La pasarela, realizada en el seno del mencionado festival que se celebra del 9 al 13 de abril en la capital belga, tuvo lugar en el Museo de Arte de Historia, donde 30 modelos -de todo tipo de tallas y procedencias- mostraron a una sala abarrotada de espectadores diseños de moda sostenibles.

Las creaciones estuvieron firmadas, entre otros, por diseñadores como Martina Boero, Tomohiro Sibuki, Teresa Jamar, Matteo Minchio, José Baudart o Flora Rabitti. Durante cinco días -y alrededor de un formato que abarca fotos, ferias y festivales- el Festival de la Nueva Bauhaus Europea celebra en Bruselas espectáculos, exposiciones y debates que tratan de acercar valores de sostenibilidad, belleza e inclusión a los ciudadanos.

El desfile de moda clausuró una jornada dedicada a reflexionar sobre las repercusiones de la moda rápida y el ciclo de vida de los textiles, en un momento en el que la Unión Europea (UE) se encuentra debatiendo la nueva estrategia comunitaria para textiles sostenibles. El presidente ejecutivo de la Federación de la Alta Costura y Moda, Pascal Morand, destacó en una entrevista concedida a EFE que la industria de la moda rápida está cambiando gracias a los “ultra descuentos que llegan con mucha fuerza a través de las plataformas”.

“Cuando hablo con estudiantes no es raro que algunos de ellos diga que entre sus cinco marcas de lujo preferidas está Zara. La escala de precios está cambiando y esto está relacionado con la tecnología y la revolución digital a través del marketing”, destacó el economista. Por ello, el máximo responsable del organismo rector de la industria de moda francesa -encargado de organizar entre otros la Semana de la Moda de Alta Costura o la Semana de la Moda de París- destacó que el “aspecto primordial” es que el consumidor conozca exactamente qué es lo que está comprando.

“La cuestión es hacer entender a los consumidores qué es la calidad, qué es la duración, qué es lo que hay alrededor”, resaltó el economista. “Puede ser que tengas un gran producto de Uniqlo de buena calidad, y este es el punto. Pero eso tiene que ser reconocido con certificaciones y etiquetas, porque si dices que es un algodón y basta no funciona”, destacó Morand. Además, el presidente subrayó que son los propios diseñadores los que pueden “desempeñar un papel crucial” en el cambio de la industria textil.

“Si hablamos de moda sostenible, especialmente en alta costura, se me ocurren numerosos diseñadores o jóvenes empresarios que están absolutamente motivados por modelos ecológicos. Esto lo hacen con entusiasmo, pero también ha de ser rentable para ellos en términos de competitividad”, afirmó Morand. La jornada de moda acogió también una ponencia a cargo de la artista y escenógrafa Katrin Porvaldsdottir, quien trabaja con el uso de algas marinas como material para el diseño y colabora por la preservación de este elemento.

“Mi objetivo ha sido contribuir a las próximas generaciones. No es que yo pretenda dar una solución, sino abrir los ojos, animar a descubrir y explorar que realmente hay otras posibilidades”, afirmó la artista en declaraciones a EFE al término del evento. Aunque su uso en la cosmética es algo frecuente, las algas y otros materiales biológicos como los hongos se han posicionado en los últimos años como una alternativa sostenible a tejidos como el algodón o el poliéster, aunque su uso a gran escala es todavía un reto por la falta de la tecnología necesaria.