¿Existen familias tóxicas?

Está de moda utilizar la palabra toxica, aunque no tenga una validez científica, lo que estamos todos claros es que detrás de esta expresión lo que quieren decir es que hay una familia disfuncional, hay una mala dinámica familiar, hay manipulación. Crecer en un entorno tóxico o disfuncional es un gran factor de riesgo, no solo para la salud mental y física, también para las conductas delictivas. Sabemos que la sangre no hace familia, pero hay figuras cercanas que se aprovechan del vínculo para generar dolor emocional desde edades muy tempranas. Estas pueden tener distintas motivaciones e incluso padecer una condición mental que afecte a la familia completa. Hay que aprender a establecer límites físicos y emocionales claros para auto cuidarse y respetarse a sí mismo. Eso no es hacer daño a los demás, es amarse a sí mismo y protegerse. Hay que marcar encuentros puntuales que tu puedas controlar en el tiempo y lugar. Muy importante es exigir una comunicación respetuosa, poner límites claros y no permitir que se traspasen cuando ellos quieran. Saber decir en voz alta NO y defender tus derechos. Si no te es posible distanciarte de una familia disfuncional, ayúdate con una buena red familiar de apoyo o un buen grupo de amigos nutridores y apoyadores. Comprende que eres responsable de ti mismo, procura tu propio bienestar, tu felicidad y tu salud mental que dependen de ti. Ana Herrero. Terapeuta Familiar. Telfno. 809-7291250.