Houston, (EFE).- No hubo página de internet
ni rueda de prensa con los periodistas, el medio elegido por Alex Rodríguez, de
los Yanquis de Nueva York, a la hora de pedir disculpas públicamente fue el de
una carta escrita a mano.
A través
de la cual, Rodríguez pidió perdón a los aficionados por los errores que
cometió en cuanto al consumo de sustancias prohibidas que le ayudaron a mejorar
su rendimiento.
Acciones que le llegaron a sufrir una
suspensión de un año, el mayor castigo que se ha impuesto en la historia del
béisbol de las Grandes Ligas.
Pero Rodríguez, de 39 años, optó por no
hacer una sesión formal con los medios, al decir que "la próxima vez que
me presente en el Yankee Stadium, será utilizando el uniforme a rayas para
hacer mi trabajo".
"Asumo la responsabilidad completa por
mis errores que llevaron a mi suspensión durante la temporada 2014",
destacó Rodríguez en el comunicado. "Lamento que mis acciones hayan hecho
la situación peor que lo que debía. A las Grandes Ligas, a los Yanquis, a la
familia Steinbrenner, a la Asociación de Jugadores, y a ustedes, los fanáticos,
solo les puedo decir que lo siento".
Antes de dar a conocer la carta, la pasada
semana Rodríguez ya se había reunido con el nuevo comisionado de las Grandes
Ligas, Rob Manfred, y los directivos de los Yanquis.
"Yo acepto el hecho de que muchos de
ustedes no van a creer mis disculpas o cualquier cosa que yo diga en este
punto. Entiendo las razones y eso es culpa mía", admitió Rodríguez.
Pero Rodríguez dejó claro que no planea
explicar públicamente por qué se involucró con la desaparecida clínica
Biogenesis, de Miami, que fue la que suministró la sustancias prohibidas.
Precisamente, hoy, martes, el dueño de la
clínica, Anthony Bosch, fue sentenciado a cuatro años de prisión tras
declararse culpable en octubre de un cargo de conspiración para distribuir
testosterona.
El juez federal de distrito, Darrin Gayles,
que fue el que dictó sentencia, no tuvo en consideración la colaboración que
Bosh ofreció a los fiscales y a las Grandes Ligas para que le redujese el
castigo y por el contrario lo definió como el cerebro que orquesto toda la
trama de dopaje que extendió hasta los colegios de Miami.
Mientras que los Yanquis ya le han dicho a
Rodríguez, que cumple 40 años en julio, que será reemplazado en la tercera base
por Chase Headley y tendrá que competir por el puesto de bateador designado.
Los Yanquis le deben a Rodríguez 61 millones
en las tres últimas campañas de su contrato y no han dado indicios de que vaya
a dejar libre al tres veces JMV.
Rodríguez podría recibir preguntas sobre su
uso de esteroides sintéticos en su casillero en los entrenamientos
primaverales, pero parece que no va a hablar con detalles de dicho asunto.
"Cumplí con la suspensión más grande en
la historia de la liga por uso de sustancias", recordó Rodríguez. "El
comisionado ha dicho que ese asunto ya terminó. La Asociación de Jugadores ha
dicho lo mismo. Los Yanquis han dicho que el siguiente paso es jugar béisbol y
por los tanto estoy listo para dejar atrás este capítulo".
"Este juego ha sido mi pasión más
grande desde que era un adolescente. Cuando llegue a los entrenamientos
primaverales, haré todo lo que pueda para ser el mejor jugador y el mejor
compañero posible, conseguir un puesto con los Yanquis y ayudarlos a
ganar".
Rodríguez se reunió con directivos de los
Yanquis el pasado martes y se disculpó con el equipo mientras se preparaba para
los entrenamiento primaverales de forma adelantada al primer entrenamiento de
equipo completo, que está programado para el próximo 26 de febrero.
El equipo neoyorquino de la Liga Americana y
Rodríguez emitieron un comunicado conjunto luego de su reunión de 90 minutos,
diciendo que el toletero "solicitó la reunión y se disculpó por sus
acciones en los pasados años".
Por su parte, el dueño de los Yanquis, Hal
Steinbrenner, y directivos del equipo le dijeron a Rodríguez que ellos querían
limpiar la atmósfera con los medios antes de los entrenamientos primaverales,
esperando evitar la posible distracción que su conferencia de prensa podría
crear en Tampa (Florida).
Sin embargo, muchos consideran que la
negativa de Rodríguez de ofrecer una conferencia de prensa y decidirse por el
medio de una carta escrita puede que en lugar de haber cerrado el asunto lo que
ha hecho ha sido generar una nueva polémica, que le puede perseguir durante
toda la temporada.
Especialmente, si su rendimiento en el campo
no el más positivo a nivel individual y de cara al equipo.