Las luces y las sombras del primer año del Gobierno de Danilo Medina
Por EFE
domingo 18 de agosto de 2013, 05:37h
Para
el sociólogo Antione Fiallo, el problema de estos doce meses de Gobierno es que
no ha habido "transformaciones estructurales", aunque sí
"algunas políticas que han tendido hacia el cambio", pero, en
resumen, se han producido "políticas superficiales que trabajan ciertos
aspectos que no son problemas de fondo".
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Danilo Medina.
EFE
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El
presidente dominicano, Danilo Medina, cumple su primer año de Gobierno, no
exento de baches pero con una elevada popularidad, una mejora en los niveles
macroeconómicos, una oposición dividida y relaciones comerciales conflictivas
con el fronterizo Haití.
El economista investigador del Observatorio de
Comercio Internacional del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) Pavel
Isa Contreras dijo a Efe que en este año "se ha producido un intento de
giro de las políticas públicas que es genuino, pese a que el presidente ha
contado con poco margen de maniobra y no se ha enfrentado a algunas
resistencias dentro de su partido".
Un sondeo de la firma Penn, Schön y
Berland difundida en mayo revelaba que el 85 por ciento de los encuestados
aprobaba su gestión. En otra encuesta difundida esta semana, dos meses y medio
después, el 77,4 por ciento de los entrevistados otorgaba al presidente una puntuación
de entre un 6 y un 10 a su gestión.
Sin embargo, lo que sí quedó patente tanto
en una como en otra es que temas como la inseguridad ciudadana, algunos
aspectos de la política exterior o la corrupción siguen siendo los asuntos más
preocupantes.
En opinión de Isa, se trata de asuntos que implicarían pagar un
alto coste político, por lo que se ha producido "una falta de acción
política" para resolverlos, como es el caso de la corrupción. Según Isa
Pavel, hay otros asuntos que "aún tardarán en probar su efectividad y que
son apuestas de muy largo plazo", como es el caso de la Educación.
La
educación ha sido una de las grandes apuestas de Medina, tanto que en julio
designó a Carlos Amarante nuevo ministro de Educación, en sustitución de Josefina
Pimentel. A comienzos de año anunció un Plan Nacional de Alfabetización
"Quisqueya aprende contigo", dirigido a enseñar a leer y escribir a
más de 800.000 personas mayores de 15 años durante los dos próximos años.
Esta
misma semana recibieron su diploma 60.000 personas en todo el país, en el que
hay 1.105.634 mayores de seis años, el 13 por ciento de la población, que no
saben ni leer ni escribir, según la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Otro
de los asuntos en los que ha puesto un empeño personal es en el de la
inseguridad ciudadana. En marzo creó un Plan de Seguridad Ciudadana y en junio
destituyó al jefe de la Policía, José Antonio Polanco Gómez, y al presidente de
la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Rolando Rosado Mateo, y
nombró en su lugar a Manuel Castro Castillo y Julio César Souffont,
respectivamente.
Sin embargo, para el 15,2 por ciento de la población se trata
de un tema en el que se ha avanzado poco, aunque la presencia de mayor
vigilancia policial en las calles es visible.
El mayor éxito de Medina, con los
datos sobre la mesa, es la economía, pese a que una parte de la población sigue
sin sentir esas mejoras. La economía en el primer semestre consiguió cerrar con
un crecimiento del 1,8 por ciento. Algunos sectores como el ganadero, uno de
los que mayor avance ha experimentado, o el empresarial, han destacado las
aportaciones de Medina al sector. Otro de los datos positivos es el del sector
turístico, que ha logrado un crecimiento en la llegada de turistas al país
estos meses.
Una de las medidas más vistosas ha sido las visitas sorpresa
dominicales que el presidente dominicano realiza a distintas comunidades del
país, en especial las económicamente deprimidas, en las que ha concedido flexibilidad
crediticia, ha ordenado acelerar algunas obras o construir algunas nuevas y ha
escuchado los problemas de primera mano.
Para el sociólogo Antione Fiallo, el
problema de estos doce meses de Gobierno es que no ha habido
"transformaciones estructurales", aunque sí "algunas políticas
que han tendido hacia el cambio", pero, en resumen, se han producido
"políticas superficiales que trabajan ciertos aspectos que no son
problemas de fondo".
Para los próximos meses aún queda pendiente seguir
resolviendo algunos de estos problemas, mejorar otros y lograr, por ejemplo,
que la relación con Haití se enderece, tras dos meses y medio desde que el país
vecino decidiera vedar los productos avícolas dominicanos. Todo ello en el
marco de una política exterior que los expertos destacan como positiva y que
tiene su mayor exponente en el ingreso formal del país en el SICA.