Brasil.- Según medios locales, Bolsonaro podría romper el tenso silencio este martes, ya sea con una nota oficial o bien con algún pronunciamiento público, aunque se piensa más en lo primero. Sin embargo, dirigentes regionales de su partido o afines al movimento ultraderechista que Bolsonaro representan sí dieron el paso, incluso la misma noche electoral, para dar la victoria a Lula da Silva, próximo presidente del país.
Lo que casi nadie descarta es que Bolsonaro intentará repetir la estrategia de Donald Trump cuando perdió los comicios a finales de 2021: denunciar irregularidades electorales, compra de votos, problemas con las papeletas electrónicas...
El líder del Partido de los Trabajadores (PT), Lula da Silva, logró el 50,9% de los votos frente al 49,1% del presidente actual y líder ultraderechista Jair Bolsonaro. Una diferencia que es pequeña en términos relativos, pero no en cifras absolutas: Lula se impuso con más de 2 millones de papeletas frente a su adversario en las urnas.
Presión internacional
Se espera que potencias como EE.UU. presionen al todavía presidente para que facilite el traspaso de poderes y no ponga en duda unos resultados que los obsevadores internacionales han legitimado. Además, los grandes mandatarios internacionales, incluido Joe Biden, felicitaron la misma noche del domingo al ganador oficial, Lula da Silva.
Y es que Bolsonaro ya advirtió durante la campaña de que quizás no reconocía los resultados porque decía sospechar del voto electrónico que funciona desde hace años en Brasil, insinuando que estarían manipulados para que él pierda el proceso electoral. También cuestionó a los miembros del Tribunal Superior Electoral, equivalente a nuestra Junta Electoral Central.
Asimismo, aseguró que hubo manipulación mediática a favor de Lula, desvirtuando un proceso limpio en las urnas. Horas tensas por tanto en Brasil hasta que Bolsonaro se digne a aceptar la derrota y comience el traspaso de poderes para los próximos meses.