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En un mundo donde la moda es una expresión de identidad, DALL•E crea una imagen de una pasarela futurista, donde los modelos lucen prendas holográficas y accesorios brillantes. Los colores vibrantes y los cortes vanguardistas reflejan la innovación y el espíritu audaz de la moda del futuro.
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En un mundo donde la moda es una expresión de identidad, DALL•E crea una imagen de una pasarela futurista, donde los modelos lucen prendas holográficas y accesorios brillantes. Los colores vibrantes y los cortes vanguardistas reflejan la innovación y el espíritu audaz de la moda del futuro. (Foto: DALL·E ai art)
Adán y Eva / Tiziano, Vecellio Di Gregorio. Hacia 1550
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Adán y Eva / Tiziano, Vecellio Di Gregorio. Hacia 1550 (Foto: Museo del Prado)

Diseñadores, estilistas, influenciadores y estilo

“El hábito no hace al monje“. Por años la moda ha sido referencia histórica en el transcurrir de la humanidad, quizás desde la mítica hoja de Eva, para cubrir su desnudez en un paraíso imaginario, donde solo Adán podía verla y provocarlo con su belleza al desnudo, hecho que al final se le atribuye a la manzana, que termino siendo el símbolo de la fruta prohibida, que nos remite al pecado original, bíblicamente descrito, como causa y consecuencia para la humanidad.

Desde las cavernas, donde se sacrificaban animales, con doble función: la piel para cubrir la desnudez ante las inclemencias del frío y las carnes para saciar el hambre, es mucho lo que se podría contar, ya en los libros esta escrito que cada civilización ha dejado capítulos, etapas y mucho estilo para usar de referencia, cuyos vestigios aún marcan tendencia y vuelven envueltos en otros matices en los devaneos del tiempo y adaptados a la mentalidad protagónica de los agentes interventores.

La historia escrita esta, cada quien la cuenta, la vive y la propone a su manera, pero la verdad es una sola. Hoy existe mucha información mediática y el mercadeo ha dispuesto otros valores sobre un mismo producto: la moda, tergiversada, remodelada, readaptada y hasta cambiada, ante patrones imprevistos, producto de la inmediatez, la economía y las transformaciones de un mundo, con necesidades perentorias, urgentes y con una prisa que parece girar más rápido que el eje de la propia tierra.

Farah Cabrera

Mucho tiempo ha transcurrido ya, desde esas épocas en que las personas acudían a las modistas, con una revista o figurín en mano, para replicar un vestido de moda, algunas veces llevado por las actrices de la gran pantalla o tal vez algún diseño de los grandes maestros (Dior, Balenciaga, Chanel, etc) hasta que ya en la década de los 70's, las modistas locales comenzaron a formarse, siendo la primera Farah Cabrera, nacida en Santiago, criada en La Vega, formada como diseñadora en IFT (New York) y a su vez fundadora de la Primera Escuela de Diseño de Modas, en el país (Universidad Mundial Circa 1978) de la cual egresó una sola promoción, pero muy fructífera.

Mercy Jacquez

Años después Mercy Jacquez, (QEPD) funda el instituto que lleva su nombre y luego Altos De Chavón, en la Romana, crea dentro de su currículum estudiantil la formación en Diseño de Modas, con el atractivo de cursar el post grado en Parsons, sus aliados en New York, donde otras oportunidades sin parte de la oferta educativa de esta institución.

La Universidad Autónoma, El Infotep, El Tecnológico de San Luis y otras instituciones en el país, ofertan estudios de modas, lo que hace que hoy día existan muchas oportunidades para educarse en modas, especializarse en sus diversas áreas (diseño, costura, patronaje, ilustración y mercadeo) pero el mercado no oferta plazas laborales, para la gran cantidad de egresados, por lo que el emprender, es tendencia motivacional en este tiempo.

Son muchas las ofertas y las ventas por las redes aumentan cada día, pero ya eso es tema aparte para otras cuartillas. Además se agregan los estilistas, sub-especialidad o más bien habilidad para combinar looks, llamando la atención de figuras que usan sus servicios, haciéndolos indispensables, por resolutivos y atractivos que algunos resultan, por lo cual ya no hay que ser diseñador para tener éxito en la moda.

Las figuras públicas cuya opinión influye en las redes sociales, son reconocidos como influencers y crean estilos, millones de seguidores y tienen mucho éxito, creando líneas de ropas, accesorios y todo cuanto tenga un valor utilitario y funcional.

A fin de cuentas diseño es función y si así se cumple este postulado, es difícil ir contra la civilización y evolución del tiempo, seguimos observando, como cambian las cosas, unas para bien, otras no para tanto.

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