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Protesta de minorías en Nueva York donde la policía neoyorquina ha inspeccionado a cinco millones de personas, de los que el 90 % son latinos o negros. |
Latinos y afroamericanos de Nueva York celebran "victoria histórica" por sus derechos civiles
Por EFE
martes 13 de agosto de 2013, 02:08h
Las
minorías de Nueva York se despertaron hoy con una "histórica
victoria" en una corte judicial que decretó inconstitucional el programa
de detenciones y cacheos de la policía, que ha tenido como objetivo principal a
jóvenes negros y latinos. Entre enero de 2004 y junio de 2012 se produjeron 4,4
millones de episodios de este tipo, un 83 % de los cuales afectaron a negros e
hispanos.
En
su decisión, de 195 páginas, la magistrada Shira Scheindlin consideró que esta
práctica viola dos enmiendas a la Constitución de EE.UU.: la Cuarta, que protege
a los ciudadanos contra búsquedas y confiscaciones más allá de lo razonable por
parte de las autoridades, y la Decimocuarta, que garantiza la igualdad de todos
los ciudadanos ante la ley.
"El 'stop and frisk' no trabaja para detener
el crimen, sino para destrozar las relaciones con la comunidad", denunció
hoy a Efe el activista comunitario José López, de 27 años, representante de la
organización "Se hace Camino Nueva York".
"Un juez ha dicho lo
que hemos dicho por años, que el programa no sirve", dijo López, quien
recordó la docena de veces que fue detenido en la calle. "Me tiraban
contra la pared, y me registraban los pantalones, los bolsillos, las medias y
la mochila".
La historia de López se ha repetido una y otra vez a lo largo
de la ciudad y sólo en 2012 hubo 532.911 detenciones, de las que 54,8% fueron
afroamericanos y 31,8% latinos, mientras que los blancos fueron sólo el 9,7% de
las víctimas de esa práctica. Del total de neoyorquinos parados por la policía,
un total de 473.644 no cometieron ningún delito, por lo cual no fueron
arrestados ni se les impuso una multa, y en solo un 1,5 % de los casos se
encontró un arma.
"Trabajo con jóvenes en la comunidad de Bushwick
(Brooklyn), y muchas veces fuimos a juicio", recordó López sobre la
demanda del Centro para los Derechos Constitucionales contra la ciudad, a la
que se unieron otras organizaciones de derechos civiles y comunitarias. El
programa de detenciones y cacheos fue creado con miras a eliminar las armas
ilegales de las calles, pero se ha convertido en una iniciativa
"discriminatoria" basada en el perfil racial, según organizaciones de
derechos civiles.
"No queremos parar a la policía de hacer su trabajo. Las
víctimas de esta práctica, en comunidades pobres, sufrimos también por la
criminalidad. Queremos calles seguras pero también respeto y dignidad",
afirmó. López, que dijo sentir "alivio" tras conocer el fallo de hoy,
espera que el nuevo alcalde que surja de las elecciones de noviembre, entienda
el problema y esté dispuesto a trabajar con la comunidad "para que no se
repita".
En el Centro para los Derechos Constitucionales también
celebraron hoy la decisión junto al grupo de cuatro jóvenes afroamericanos a
nombre de los cuales se presentó la demanda, entre éstos David Ourlicht.
"Cuando
cogí el teléfono esta mañana y me enteré de la noticia, lo primero que hice fue
llorar. No porque estuviera triste o contento, sino porque es un
reconocimiento, es difícil de explicar. Esta decisión es una buena imagen de
cómo ha avanzado la sociedad y marca una gran diferencia", dijo Ourlicht
mientras hacía esfuerzos por contener las lágrimas.
Priscilla González, de
Comunidades Unidas por una reforma en la Policía, subrayó que se trata de
"un primer paso para las comunidades latinas y afroamericanas que han
estado sufriendo abuso y discriminación. Significa que tenemos respaldo"
del tribunal. De acuerdo con la activista, "lo más importante" es que
se han escuchado las voces de miles de neoyorquinos que han denunciado por años
esta práctica.
Para la abogada Gita Schwartz, del Centro para los Derechos
Constitucionales, la decisión judicial ha sido "un triunfo increíble"
y agregó que no les sorprende que el alcalde haya decidido apelar la decisión,
ya que Bloomberg dice que la ciudad "no está haciendo nada malo". Recordó
que las estadísticas presentadas durante el juicio y evaluadas por la jueza
provienen de la misma ciudad, "y muestran que hay perfil racial y que hay
miles de detenciones y registros que la policía hace sin sospecha
razonable".