Alrededor
de uno de cada 88 niños en Estados Unidos sufre de autismo.
Estudio en EE.UU. indica inducir el parto podría aumentar riesgo de autismo
Por EFE
martes 13 de agosto de 2013, 01:23h
Los
autores advirtieron que los resultados son insuficientes para probar una
relación causal entre el parto inducido y el autismo, por lo que se necesitan
más estudios al respecto. Pero el estudio "proporciona pruebas
preliminares de que existe una asociación entre el autismo y la inducción o
aceleración del parto", algo que puede dar pistas ante el creciente
diagnóstico de autismo en niños en EE.UU, según Marie Lynn Miranda, coautora
del estudio e investigadora en la Universidad de Michigan.
Un
parto inducido o acelerado podría estar relacionado con el riesgo de que el
bebé desarrolle autismo, según los resultados preliminares de un estudio
publicado hoy que subraya la necesidad de aumentar la investigación sobre las
causas de la enfermedad.
El estudio conjunto de la Universidad de Michigan y la
de Duke, publicado en la revista Jama Pediatrics, es el mayor sobre el asunto
que se ha desarrollado hasta ahora en Estados Unidos y sugiere que el riesgo es
aún mayor si el bebé es de sexo masculino.
Los investigadores estudiaron los
registros de todos los niños nacidos en el estado de Carolina del Norte durante
los últimos ocho años y relacionaron más de 625.000 nacimientos con sus correspondientes
expedientes escolares, para determinar que un 1,3 % de los niños y un 0,4 % de
las niñas tenían autismo.
El
estudio concluye que, de los bebés masculinos, aquellos que nacieron en un
parto inducido y acelerado tenían un riesgo de autismo un 35 % más elevado que
los que nacieron a través de contracciones naturales, sin ninguno de esos
tratamientos. En el caso de las niñas, sólo los partos acelerados se asociaron
con un aumento de riesgo de autismo, y no los inducidos, algo que según los
autores del estudio, requiere más investigación.
En términos generales, el número de madres que
habían tenido partos inducidos o acelerados era mayor entre los niños con
autismo que entre los que no lo padecían, y el estudio calcula que prescindir de
ese tipo de técnicas podría prevenir dos de cada 1.000 casos de autismo en el
caso de los bebés de sexo masculino.
Simon G. Gregory, el principal autor del
estudio en la Universidad de Duke, destacó que la relación entre ambos factores
ya se ha estudiado en otros trabajos científicos, pero éstos se basaban en
"un universo relativamente pequeño". "Nuestro estudio es de
lejos el mayor de los que contemplan la relación entre autismo e inducción o
aceleración", agregó.
Alrededor de uno de cada 88 niños en Estados Unidos
sufre de autismo, y los investigadores del país tratan de determinar qué
factores ambientales pueden influir en el desarrollo de la enfermedad, aparte
de los genéticos.
Los autores del estudio alertaron que sus resultados no
debían tomarse como base para evitar el recurso a la inducción o aceleración
del parto hasta que haya más investigación, dado que esas técnicas tienen
"claros beneficios" asociados.
"La inducción del parto,
especialmente para las mujeres embarazadas con condiciones médicas como la
diabetes o la alta presión sanguínea, ha reducido significativamente el riesgo
de dar a luz a un feto muerto", apuntó Chad A. Grotegrut, coautor del
estudio en la Universidad de Duke.