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Virgen de la Altagracia protectora y reina de los dominicanos.
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Virgen de la Altagracia protectora y reina de los dominicanos. (Foto: Fuente Externa)

Virgen de la Altagracia protectora y reina de los dominicanos

Por Redacción Diario Hispaniola
viernes 21 de enero de 2022, 08:17h

Origen de la imagen y devoción a la altagraciana en la isla de Santo Domingo.

Virgen de la Altagracia protectora y reina de los dominicanos

Santo Domingo.- Sobre la presencia de la imagen de la Virgen de la Altagracia en Higüey y los comienzos de su devoción entre los dominicanos podemos recordar los siguientes datos:

1- El culto y la devoción a la Altagracia es muy antiguo. Algunos historiadores opinan que la Capilla de la Altagracia, ligada al Hospital de San Nicolás de Bari, primero de la Isla y del Nuevo Mundo, del que se conservan algunas ruinas en la calle Hostos de la capital, se remonta a los primeros años de la Colonia, a la misma época de la Altagracia de Higüey. Esta capilla desapareció, allí se ha edificado la actual iglesia capitalina del mismo nombre de Altagracia.

2- En la memoria de los higüeyanos y del pueblo se conserva la tradición de que el santuario Viejo está construido donde estuvo plantado el naranjo, en el que apareció la Virgen.

3- En un documento de 1650, escrito por el canónigo dominicano Jerónimo de Alcocer, se dice que es sabido de todos que la imagen fue llevada a Higüey por los hermanos Antonio y Alonso Trejo. Consta por otra parte, que en el 1514 los Trejo ya estaban en Higüey. Este historiador, Emilio Rodríguez Demorizi y publicado por él, en 1942. El pueblo dominicano habia perdido la consciencia de la relación de los Trejo con la Altagracia.

4- Se conserva en la memoria de los dominicanos la narración de la "Leyenda de la Altagracia". Hay diferentes versiones de dicha leyenda. He aquí el fondo del relato popular:

La historia sobre la Virgen de la Altagracia se remonta a los tiempos de la colonia, 400 años atrás, cuando a principios de enero, la devota hija de un rico comerciante de Higüey pidió a éste que le trajese de Santo Domingo un cuadro de Nuestra Señora de la Altagracia.

El padre trató inútilmente de conseguirlo por todas partes, pero nadie había oído hablar de esa advocación Mariana. Ya en Higüey, el comerciante decidió pasar la noche en una pensión. En la cena, apenado por la frustración que seguramente sentiría su hija cuando le viera llegar con las manos vacías, compartió su tristeza con los presentes relatándoles su infructuosa búsqueda.

Mientras hablaba, un hombre de edad avanzada y largas barbas que también iba de paso, sacó de su saco un pequeño lienzo enrollado y se lo entregó al comerciante diciéndole : “Esto es lo que usted busca”. Era la Virgen de la Altagracia. Al amanecer el anciano había desaparecido envuelto en el misterio. El lienzo presentaba una hermosísima imagen de la virgen en el grandioso momento de su alumbramiento, una representación feliz del misterio de la Maternidad Divina de María. Esa es la Alta Gracia.

La tradición narra que el 21 de enero, la hija del comerciante recibió a su padre al pie de un naranjo, en el mismo lugar donde hoy se encuentra el santuario de Higüey. Allí el comerciante con mucha alegría y satisfacción le entregó a su adorada hija ese regalo tan anhelado.

La imagen de Nuestra Señora de la Altagracia ha tenido el privilegio especial de ser coronada dos veces. El 15 de agosto de 1922, en el pontificado de Pío XI y por el Papa Juan Pablo II, quien durante su visita a la isla de Santo Domingo el 25 de enero de 1979, coronó personalmente a la imagen con una diadema de plata sobredorada, regalo personal suyo a la virgen, primera evangelizadora de las Américas.

El país tiene dos advocaciones marianas: Nuestra Señora de las Mercedes, patrona del pueblo dominicano desde 1616 y la Virgen de la Altagracia, protectora y reina del corazón de los dominicanos. Advocación es el título que se le da a una imagen, a un altar o un templo. Tanto Nuestra Señora de las Mercedes, como la Virgen de la Altagracia, la de Guadalupe, la de la Caridad, entre otras advocaciones son la misma Virgen María, madre de Dios.

Coronación de la Virgen de la Altagracia

La coronación canónica de la imagen de la Virgen de la Altagracia tuvo lugar el 15 de agosto de 1922 en Santo Domingo, la capital de la República Dominicana, durante una semana de celebración. Sin embargo, su veneración se remonta a los años del descubrimiento de América, a principios del siglo XV, como hemos detallado anteriormente.

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