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Amelia Vega ganadora del Miss Universo 2003 en su traje típico diseño exclusivo de Leonel Lirio.
Amelia Vega ganadora del Miss Universo 2003 en su traje típico diseño exclusivo de Leonel Lirio. (Foto: Fuente Externa)

El Orgullo de ser Dominicano “lo que nunca pasa de moda”

La dimensión inalcanzable, haber nacido en esta tierra, me ha permitido siempre, expresar a plenitud, aún consciente de muchas de nuestras limitantes: que feliz me siento de ser dominicano.
Pedro Mir.
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Pedro Mir. (Foto: Fuente Externa)
Arlenis Sosa y Lineysi Montero.
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Arlenis Sosa y Lineysi Montero. (Foto: Fuente Externa)

Santo Domingo.- Cada vez que uno de nosotros alcanza un sueño, hacemos posible que la identidad sea un motivo mayor de satisfacción. Soy de los que se emocionan ante cualquier brote de nacionalismo, sin la necesidad de tener que encontrarme fuera del país, pero habiéndome tocado vivirlo, esto es súper emocionante. Imposible sería de olvidar, aquel junio 2003, en Panama, cuando nuestra Amelia Vega ganó El Miss Universo y además de que estaba vestida por mi, el traje típico que lució, La Reina de los Mares, había ganado en noches anteriores el primer lugar.


Amelia Vega vista del vestido completo.

Entre muchas situaciones, que como proféticamente, escribiera el poeta nacional Don Pedro Mir: hay un país en el mundo, en el mismo trayecto del sol, así somos y seremos, cumpliendo el compromiso de vivir generacionalmente dignificando nuestra nacionalidad. La historia nos trajo incidencias idiosincráticas, que nos hacen únicos y esa mezcla entre Taíno, Español y Africano, sin dudas, funcionó y ha dejado vestigios importantes que en definitiva, nos ha permitido ser diferentes y sentir auténticamente el aroma de nuestro aire y ver el azul de nuestro cielo, cuando se confunde, en el amplio horizonte, con el mar infinito.

Solemos quejarnos, infinidad de veces, sin pensar en de qué forma, por las luchas de nuestros héroes, somos libres del yugo opresor, hemos enfrentado tempestades, pestes fenómenos de la naturaleza, sobrevivientes de dictaduras opresoras, en especial los temibles 30 años de Trujillo, que si bien trajeron opresión, muerte y sangre, no es menos cierto que la educación y la cultura alcanzaron en ese periodo gran esplendor y desde ahí venimos luchando por ser libres !!!

Las recientes olimpiadas de Tokio, Japón, nos han retomado en el corazón el orgullo patrio y nueva vez, nuestro nivel de exigencias ha vuelto a crecer, muy a pesar de que nuestros atletas no fueron vestidos por manos dominicanas, es alentador escuchar el dato de que solo 7 países en el mundo, están por encima de nosotros, en el medallero Olímpico. Somos, sin duda, competitivos y donde hay oportunidad, un dominicano alcanza un buen lugar.

Siempre he creído que tener en la moda mundial, un dominicano como Oscar De La Renta, nos hacer clase aparte. Nadie en América, ha tenido en la moda un exponente de su nivel. Solo Venezuela, ya en los años 80 pudo tener una Carolina Herrera. Tenemos una Miss Mundo, Mariasela Alvarez, única en su clase y destacada en lo que hace. Una Miss Universo, Amelia Vega y 4 finalistas y 5 semifinalistas, en un certamen que durante 69 años, pocas naciones logran alcanzar una posición.

Felix Sánchez.

Nuestra modelos brillan por el mundo: Arlenis Sosa, Lineysi Montero entre muchas otras son favoritas en las grandes pasarelas internacionales. Felix Sánchez, nos llenó de orgullo con 2 medallas de oro y que decir de nuestros grandes peloteros, que desde Don Juan Marichal Han llenado de gloria y Home Run los estadios deportivos de los Estados Unidos. Pedro Martínez y Vladimir Guerrero en Cooperstow, entre otros grandes del deporte, el baseball, que día tras día ganan reseñas y juegos importantes !!

El turismo nos dimensiona, como el secreto mejor guardado del Caribe y nuestra primacía, así lo confirma !!. Nos hace falta seguir creyendo en nosotros, en el desarrollo de nuestra nación y en la unión que hace la fuerza definitiva para seguir siendo grandes, reflejar lo auténtico, la dignidad, la educación y nunca permitir que la gracia que nos distingue deje de ser nuestra marca de nación.

La música nos distingue y al ritmo de la tambora la güira y el acordeón y hasta el teclado sutil del piano de Michael Camilo nos llama el alma caribe y sin que quepa una duda Juan Luis Guerra puso al mundo a pedir: que ojalá llueva café !!!

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