Santo Domingo.- Como resultado de los debates, intercambios
de experiencias y análisis de las distintas realidades, concluye el encuentro
con lo siguiente:
La situación de los DD.HH
en la isla es muy preocupante, Haití presenta índices de pobreza en torno al
70% y República Dominicana una media nacional del 40% incrementándose
ampliamente en la frontera. La crisis actual de Haití, abarca todos los niveles
u sectores de la población, y no se ve una salida para ella. La pobreza se
instala y crece, la clase media se ha reducido, la tasa de personas que no
tienen acceso a la educación es de un 45%.
Esto hace que Haití sea
uno de los países que genera mayor flujo de personas en situación de
vulnerabilidad debido al proceso de deterioro de las condiciones de vida, la
debilidad institucional del Estado y al escaso resultado de la ayuda
internacional post terremoto, por ello hacemos un llamado a la sociedad de
Haití y al Gobierno para asumir un rol más activo e involucrarse más en el
proceso de mejora de las condiciones de vida.
En todos los países los
migrantes haitianos se enfrentan a problemas derivados de la falta de
documentación, esta situación es un obstáculo mayor de cara a la obtención de
la regularización de su status migratorio.
Es por ello que en las
condiciones actuales, donde República Dominicana ha puesto en marcha un Plan
Nacional de Regularización, pedimos al Gobierno de Haití las medidas
administrativas necesarias para facilitar la documentación a sus nacionales, a
través del Plan de Documentación e Identificación de los Inmigrantes Haitianos,
la bajada del costo y la apertura urgente de las oficinas en Barahona, Higüey,
Santiago y en diversos puntos del país para el acceso a un documento de
identidad personal que les permita poder acceder a la normalización de su estatus
migratorio en República Dominicana.
De esta manera se podrá
reducir la vulnerabilidad de los migrantes como un paso para el fortalecimiento
del respeto a los derechos humanos y la eliminación de todo tipo de
discriminación.
En el análisis realizado
en este encuentro acerca del Plan de Regularización de Extranjeros que se está
desarrollando en República Dominicana, constatamos que a pesar de que se han
hecho algunos esfuerzos normativos por parte de las Autoridades dominicanas,
gran parte de las medidas adoptadas tienden a poner obstáculos a las personas
que desean regularizar su status migratorio.
La falta de una campaña
de información y sensibilización, la poca capacitación de los funcionarios de
estas oficinas, la ausencia de traductores y la no apertura de todas las
oficinas han traído como consecuencia que hasta la fecha de 524,632 personas
susceptibles de optar al mismo solo 1,541 han conseguido registrar su solicitud
con posibilidad de ser aceptada y han sido entregadas únicamente 73 tarjetas de
residencia.
De persistir estas
circunstancias, la gran mayoría de extranjeros que residen en el país y que han
aportado al desarrollo cultural, económico y social de República Dominicana no
podrán regularizar su estatus migratorio. Es por ello que también hacemos un
llamado a las Autoridades dominicanas para eliminar las trabas, evitar las
deportaciones durante el proceso de documentación y atender las recomendaciones
que en este sentido la reciente sentencia de la Corte Interamericana de DD.HH
le da a nuestro país.
Este es el momento para
que los distintos gobiernos locales y centrales de Haití y República Dominicana
colaboren en las buenas relaciones culturales, humanas, comerciales y
educativas entre sus habitantes, especialmente en la frontera donde existen unas
raíces culturales y una historia de solidaridad entre los dos pueblos que une
ambos lados. Prueba de ello es la iniciativa que se va a realizar el 8 de
noviembre en Dajabón llamada "Puente entre naciones".
Es por ello que hacemos
un llamado a todos ellos, a la sociedad civil, a las autoridades y a los
organismos internacionales para fomentar la relación que ya se da en la base y
cooperar con el objetivo de fortalecer las relaciones culturales y comerciales
que son el motor económico de la región. Para ello, la situación actual de la
frontera amerita por parte de los dos gobiernos una mayor inversión, la
necesidad de repensar la forma de trabajar para desarrollar más la colaboración
binacional, el comercio y la implementación de la carnetización de los habitantes
fronterizos conforme al art. 81e de la Ley 285-04.
Los/as delegados/as de la
Red Jesuita con Migrantes Subregión Caribe a esta reunión, vemos que nuestra
frontera tiene grandes posibilidades para dar un ejemplo de una forma de
trabajar para la construcción de un nuevo modelo de sujeto fronterizo, por ello
reiteramos nuestro compromiso a servir a las personas migrantes más vulnerables
y a sus familias en el Caribe y América Latina.