El campo se va "feminizando" en América Latina y el Caribe, según la FAO
domingo 21 de julio de 2013, 20:49h
Entre los países estudiados por un informe de la FAO, la
República Dominicana es el penúltimo en porcentaje de mujeres a cargo de
explotaciones agropecuarias, con solo un 10%, superado solo por Belice (8%). El
líder regional en Chile, con un 30% de mujeres liderando las explotaciones
agropecuarias.
La Organización para la
Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO, en sus siglas en
inglés), informó que ha crecido en los últimos años el porcentaje de mujeres a
cargo de explotaciones agropecuarias en América Latina y el Caribe. Sin embargo, indica que los predios de
producción a cargo de las mujeres tiende a ser de menor tamaño y en tierras de
menor calidad. Además, hay una tendencia a menor asistencia técnica y a capacitación,
así como un menor acceso al crédito.
El 30% de las explotaciones agrícolas en
Chile está a cargo de mujeres, siendo el porcentaje más alto en cualquier país
de Latinoamérica y el Caribe. Le siguen Panamá (29%) y Ecuador y Haití, ambos
países con un 25%. Los países con menor porcentaje de mujeres a
cargo de las explotaciones agropecuarias son Belice (8%) y República Dominicana
(10%). Les siguen Argentina y El Salvador, con 12%. Entre un 13% a 19% de explotación agropecuaria
a cargo de las mujeres están Jamaica, Uruguay, México, Costa Rica y Brasil;
mientras que los que están entre el 20 al 23% son Nicaragua, Paraguay, Perú y
Venezuela. "La proporción de mujeres
productoras se ha incrementado en más de 5 puntos en la última década", afirma
la FAO. Por esta mayor representación femenina en el mundo agrícola se puede "afirmar
que se está frente a un fenómenos de feminización del campo". La consultora de género de la FAO, Soledad
Parada, en declaraciones recogidas en la página web en español de la
institución para América Latina y el Caribe, apuntó que "esto demuestra que las
mujeres están teniendo cada vez mayor autonomía económica, y que sus aportes a
la seguridad alimentaria, la producción de alimentos y el bienestar social de
la región son claves". Algunos de los
principales incrementos de la proporción de explotaciones agrícolas lideradas
por mujeres se han producido en Paraguay, Chile y Nicaragua. En Paraguay del 9%
en 1991 pasó a un 22% en 2008, mientras que en Chile se elevó del 21% en 1997
al 30% en 2007. En Nicaragua se pasó de un 18% en 2001 al 23% en 2013. Indica la nota de la FAO que "si bien existe
heterogeneidad entre los países, se observan dos constantes en relación a las
mujeres a cargo de explotaciones agrícolas: tienden a encabezar terrenos
productivos de menor tamaño en comparación a los encabezados por hombres, y
aquellos de menor calidad y potencial agrícola". Señalan que al tener las mujeres una brecha
significativa respecto al acceso al crédito y la asistencia técnica y
capacitación, se hace necesario desarrollar programas de desarrollo rural que
tengan "un tratamiento diferenciado en términos de género, especialmente en las
políticas dirigidas a la agricultura familiar, puerto que éstas se adecúan más
a su realidad", como son tener predios agrícolas más pequeños, recursos escasos
y tecnologías básicas, entre otras limitaciones. La consultora Soledad Parada afirma que "es
necesario diseñar programas de apoyo que respondan simultáneamente a las
necesidades de las mujeres como productoras y como integrantes de una familia".
Apunta la FAO que las mujeres enfrentan
también inequidad en términos de la propiedad de la tierra, brecha que indican
ha estado históricamente relacionada "con factores como la preferencia
masculina en la herencia, los privilegios de los hombres en el matrimonio" y "la
tendencia a favorecer a los hombres en la distribución de la tierra por parte
de las comunidades campesinas e indígenas". Refieren que otros inconvenientes son los
programas estatales de redistribución y los sesgos de género en el mercado de
tierras. "La herencia constituye la
forma principal por la cual las mujeres obtienen la propiedad de la tierra,
mientras para los hombres es de mayor importancia el mercado de tierras", dice
la nota de la FAO, la cual agrega que en las últimas décadas muchos países
latinoamericanos "han realizado modificaciones legales en relación al acceso a
la tierra con avances hacia una mejor equidad, pero aún no han tenido efectos
considerables".