Haití: esos hombres azabaches

• Abuelo, ¿qué sucedió con Mogave 2do. y sus canciones de cuna?
• Nada extraordinario. Mogave 2do. se transformó en Mogave 6to, de caña de azúcar en ganado, y más tarde otra vez en Mogave 8vo., en madera, y luego en Mogave 10mo, en batey, rulo y tubérculo. Y ahora como Mogave 16, en turismo y zona franca. Todo lo que te he relatado hasta ahora, tiene que ver con los negros de la parte española de esta isla sin tiempo. Nuestros hombres dominicanos que han vivido aquí cinco siglos, desde 1700, hace ya tres siglos que son una mayoría de mulatos, mezclados como están con las etnias indígenas y europeas, pero todos sabemos muy bien que estos no son los únicos negros de la isla.

La vida de los Mogaves dominicanos, al igual que la de sus descendientes, se consumió en vivir como siervos, en los hatos y haciendas empobrecidas, de este lado de la isla hasta que se transformó en el siglo XX en un soberbio mulato, por los cuatro costados, consumidor ahora del cornflake, la compota y de buenos cereales. Es racialmente un original de la parte este de la isla.

• Tu inquietud no es solo apropiada, sino pertinente, porque esta isla fue también frontera imperial que afectó a los negros haitianos de manera diferente. Se sabe que desde fines del siglo XV1 y comienzos del siglos XV11, Inglaterra, Francia y Holanda disputaron a España sus posesiones en la isla, con tal éxito, que España tuvo que reconocer, mediante el Tratado de Aranjuez, la colonia francesa de Haití en su parte occidental, y con ello la isla quedó dividida en dos territorios. Nació de esta forma Haití, como una colonia francesa, cuando Francia era ya uno de los países más ricos del mundo europeo. Resultó que Francia se había convertido ya en un país manufacturero y comercial. Y por ahí en nuevos Mogaves.
• En manos de los franceses, esta tierra despoblada de apenas 25 mil kilómetros cuadrados que es hoy Haití, se convirtió en un centro productor de bienes tropicales de primera importancia mundial (azúcar, café, algodón, índigo), con mano de obra esclava africana. Haití fue y sigue siendo la más pura y mejor expresión africana de esta isla. Todavía, en pleno siglo XX1, la aplastante mayoría de la población haitiana es negra. Es evidente que los negros haitianos no se mezclaron con los blancos franceses, como sucedió con los negros dominicanos que se mezclaron con los españoles y con nuestros indios, formando una mayoría de mulatos y criollos multitónicos en el ámbito cultural, nos dice Ana Delphine 8va.
• Es correcto, los franceses y sus negros esclavos africanos no se mezclaron, ni étnica ni culturalmente. Al extremo que hoy, los artistas negros de Haití, continúan pintando y esculpiendo jirafas, leones, tigres, elefantes, leopardos, en pleno siglo XX1, y en esta isla, nunca han existido esos animales, más que en los parques zoológicos. Haití fue y es África pura, una extensión de África en pleno Caribe, para siempre. Esos negros africanos, crearon su propio idioma, su religión, sus dioses, su manera sedentaria de vivir, su propia poesía, en la extrema pobreza, en la esclavitud de las plantaciones y de sus conucos, y se mantuvieron leales a sus ancestros africanos, nos recuerda Anastasio Frómeta 8vo.
• Abuelo, ¿también en su poesía Haití es África en el Caribe?
• Mi querido nieto, también en su poesía. Escucha esta muestra.

"África he conservado tu memoria
África estás en mí
como la astilla de tu herida
como un fetiche tutelar en medio de tu aldea
haz de mí la piedra de tu honda
de mi boca tus labios de llaga
de mis rodillas las columnas
truncas de tu abatimiento".

• Lo que sucedió con los negros del lado occidental de esta isla sin tiempo fue terrible, mucho peor de lo que le sucedió a nuestros negros, que terminaron aplatanados de este lado de isla, encaramados en sus hamacas. Los franceses concentraron en esa pequeña porción occidental del territorio, a medio millón de esclavos negros en plantaciones de todo tipo, con una vida laboral útil de apenas siete años.
• ¿Siete años apenas? -
• Al séptimo año, a pesar de su gran fuerza biológica, eran hombres muertos, y eran sustituidos por nuevos esclavos africanos, por mano de obra nueva, por sangre fresca. Los franceses en el siglo XV111, con sus negros esclavos, acumularon una fortuna inmensa y disponían de 7,858 plantaciones de caña, café, algodón e índigo, que le aseguraban la mitad de la producción mundial de azúcar, 30 mil toneladas de café y una cantidad enorme de algodón y colorantes. El comercio exterior de Haití de esa época era superior al comercio exterior de los Estados Unidos.

Los franceses acumularon una riqueza inmensa en esta colonia del Caribe, la más rica de todas sus colonias en ultramar. El trabajo esclavo era tan intenso, que la muerte por agotamiento, obligaba a importar grandes cantidades de esclavos para sustituir a los caídos, lo cual impedía que nacieran y se criaron como criollos; de tal suerte que cuando estalló la rebelión de los negros africanos contra Francia en la década de 1790-1800, casi todos los líderes que la dirigieron, habían nacido en África.

• Cuando se formó la República de Haití en 1804 como la primera República del continente americano, esos negros, hastiados de la esclavitud, terminaron pegándole fuego a todos los negocios y empresas francesas, y ese territorio tan rico se convirtió en cenizas y Haití, tierra de esclavos negros, sin tecnologías y sin gerencia, se iría convirtiendo desde entonces, en el país más pobre de todo el continente americano, en el curso de los dos siglos posteriores, nos recuerda Enriqueta Saint Marc 10ma.
• Desde entonces y sobre todo hoy, exclama Mogave 10mo., la mirada de los esclavos negros haitianos, analfabetos, con un país destruido, quemados sus negocios, deforestadas las montañas hasta los cimientos, prácticamente ya sin ríos y sin aguas, se dirigirá siempre, hacia la parte este de la isla, la parte hoy dominicana, y ese proceso de migración y de pobreza, que no se ha detenido nunca se ha ido acelerando con el paso de los años.
• Lo más grave de esta historia de pobreza de los negros haitianos, es que las potencias que se beneficiaron de esa colonia tan rica, se han lavado las manos como Pilatos, y hoy, en pleno siglo XX1, empujan a los haitianos a que resuelvan sus problemas de pobreza, en el lado oriental de esta isla. Como si los dominicanos, mezcla de calabazas indígenas, quijotes españoles y panteones africanos, tuviéramos arte o parte en la formación de esa nación haitiana de hombres azabaches puros.

La pobreza, una vez más, en el trópico caribeño, y en la propia isla caribeña, buscaría la pobreza con la mirada. Pero como bien lo sabes, “la pobreza no mira, es apenas mirada”