El líder conservador español abre la puerta a un gobierno con extrema derecha

Madrid.- "Al final Vox y Ciudadanos (partido liberal), tengan diez escaños o tengan 40, van a tener la influencia que ellos quieran tener para entrar en el gobierno o para decidir la investidura (del jefe del Ejecutivo) o la legislatura", dijo Casado en declaraciones a una emisora de radio en la última jornada de la campaña electoral.

Sería la primera vez que se forma un gobierno de coalición entre varios partidos y la primera que la extrema derecha entra en un ejecutivo español en cuarenta años de democracia tras la dictadura del general Franco (1939-1975).

En Europa, la experiencia no es nueva. Italia cuenta desde 2018 con un Gobierno de coalición en el que la extrema derecha tiene un papel preponderante, en especial el ministro del Interior, Matteo Salvini, conocido por su política radical contra la inmigración irregular.
Desde 2017, Austria tiene una gobierno en el que está representada la extrema derecha, tras el pacto cerrado entre el Partido Popular (ÖVP) y los nacionalistas eurocríticos del FPÖ.

Otros países como Suiza, Dinamarca o Finlandia celebraron en 2015 elecciones generales cuyos resultados llevaron a la extrema derecha a formar parte de gobiernos de coalición.

En España, tres partidos compiten por el voto de derecha en estos comicios: los opositores PP y Ciudadanos, así como Vox, que tendrá representación parlamentaria nacional por vez primera, según todas las encuestas electorales.

Lo que tienen que hacer estas fuerzas "es sumar", no perjudicarse unas a otras, según Casado, para impedir que los socialistas, que encabezan las encuestas con mayoría relativa, sigan gobernando. El PP y Ciudadanos ya gobiernan en la región de Andalucía (sur) con el apoyo parlamentario de Vox.

"Yo me entiendo con Vox y me entiendo con Ciudadanos, aunque ellos ni se hablan", precisó Casado en alusión a las reticencias de los dirigentes del partido liberal a negociar con la extrema derecha.

Sin embargo, el presidente de Ciudanos, Albert Rivera, replicó a Casado que es una "falta de respeto repartirse los ministerios" cuando, tal vez, algún partido obtenga un mal resultado y sea imposible que sumen el número de legisladores suficiente para gobernar.

Durante toda la campaña electoral, Rivera ha repetido que no pactará con el socialista Sánchez después de los comicios y, por el contrario, ha ofrecido al conservador Casado gobernar juntos.

Y Sánchez pidió hoy a Rivera que, a partir del lunes, reflexione y que no se cierre a un eventual pacto entre ellos. Los socialistas necesitarían el apoyo de otros partidos para gobernar si se confirman las encuestas, que aventuran un Parlamento muy fragmentado y de alianzas complicadas.