Washington.- Tras los momentos de angustia que vivieron los habitantes de Seattle, EE.UU., luego de que un avión surcó los aires haciendo piruetas extrañas para posteriormente estrellarse en una isla, ahora el FBI informó que está investigando cómo fue que un trabajador de la aerolínea Alaska Airlines, fue capaz de robar la aeronave del aeropuerto de esta ciudad para supuestamente suicidarse estrellándolo en una isla minutos después.
"Vamos a ser exhaustivos, esto va a llegar un poco de tiempo. Por favor, sean pacientes con el FBI", pidió el agente federal.
Poco después del robo, sobre las 20.00 hora local del viernes (03.00 del sábado GMT), dos aviones militares caza F-15 persiguieron al avión que iba haciendo piruetas en el aire y que se estrelló unos 90 minutos después de iniciar el vuelo en la isla Ketron, a unos 45 kilómetros del aeropuerto, en donde solo había 20 habitantes en la zona.
El FBI ha descartado que el hombre que robó el avión el viernes tuviera algún lazo con organizaciones terroristas y atribuyó el incidente a su deseo de suicidarse. El robo del avión, con capacidad para 76 pasajeros y que iba vacío, se produjo en el aeropuerto internacional Seattle-Tacoma, uno de los más transitados de los EE.UU y por el que en 2017 pasaron 46,9 millones de pasajeros.
El hombre mantuvo comunicación con controladores
Las autoridades también revelaron que mientras iba haciendo piruetas, los controladores aéreos intentaron ayudar a aterrizar al hombre y le pidieron que se alejara de las aéreas pobladas. En las grabaciones difundidas, se escuchan tensos intercambios entre las autoridades aéreas y el individuo, cuya identidad se desconoce y al que se refieren en varias ocasiones con el nombre de "Richard" y el diminutivo de "Rich".
En una ocasión, los controladores ofrecen ayuda al hombre que contesta: "No, no necesito mucha ayuda, he jugado a algunos videojuegos antes". En diferentes momentos de la conversación el sujeto expresó su preocupación por la cantidad de combustible que le queda al avión, así como sobre la posibilidad de ir a la cárcel e incluso llegó a describirse como "un hombre roto".
"Hay muchas personas que se preocupan por mí y les va a decepcionar escuchar que hice esto. Me gustaría pedir disculpas a todos y cada uno de ellos. Soy solo un hombre roto, que tiene algunos tornillos sueltos, supongo. Nunca lo supe realmente hasta ahora", se lamenta.
Aerolínea reconocer el error
Ante la prensa, también compareció el director ejecutivo de Alaska Airlines, Brad Tilden, que explicó que el hombre había trabajado durante tres años y medio para la compañía como personal de tierra y estaba autorizado a estar junto a los aviones, por lo que no hubo "ninguna violación" de la seguridad del aeropuerto internacional Seattle-Tacoma (Washington, EEUU).
La aerolínea informó que el aparato, un turbohélice Bombardier Q400, estaba en "posición de mantenimiento" y no tenía previsto ningún vuelo cuando fue robado. "Los sucesos nos invitan a aprender de esta tragedia para que podamos ayudar a evitar que esto vuelva a suceder en nuestra aerolínea o en cualquier otra", expresó Tilden.
Finalmente, el presidente de EE.UU. Donald Trump, fue informado de este hecho y estuvo supervisando la situación mientras se encontraba en su club de Nueva Jersey, según la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders. "Las autoridades federales están ayudando con la investigación en curso que está siendo liderada por las autoridades locales. Alabamos el esfuerzo de la respuesta de diferentes agencias por su respuesta rápida para proteger la seguridad pública", afirmó Sanders en un comunicado.
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