Santo Domingo.- Uno de los días más esperados del año por muchos en el Reino Unido es el día en que Su Majestad, la Reina Elizabeth II, celebra su cumpleaños por segunda vez. El 21 de abril se conmemora el día en que nació, sin embargo, la fecha “oficial” de su cumpleaños es en junio.
En un principio, la Reina Elizabeth II celebraba su cumpleaños el segundo jueves de junio igual que su padre Jorge VI, pero en 1959 lo cambió al sábado, por lo cual, las misiones diplomáticas del Reino Unido en todo el mundo celebran la fiesta nacional alrededor de esta fecha.
Es por esto, que en honor al cumpleaños 92 de Su Majestad, en República Dominicana, el Embajador Británico, Chris Campbell, ofreció una gran recepción en el Salón Anacaona del Hotel Jaragua. Este año con el tema “Bodas Reales”, por lo que hubo un montaje único con la imagen de la Abadía de Westminster en el fondo del escenario y fotos de diversas bodas reales decorando el salón.
Al evento asistieron más de 400 invitados, incluyendo personalidades de la vida social dominicana, así como del mundo empresarial, cultural y diplomático.
La celebración contó con props para que los huéspedes se tomaran fotos, tales como un típico taxi inglés, una cabina de teléfono y sombrillas.
En cuanto a la elección del banquete, la embajada incorporó una mesa de tradicionales platos británicos, entre los que destacaron el Roast beef, Shepherd’s Pie, Chicken Tikka Masala, Fish and Chips.
Sin embargo, lo que más llamó la atención de los invitados fue la hermosa mesa de postres a cargo de Cake Studio by Mily Pimentel. La mesa lució los mejores y más refinados dulces, ya que colocaron una variedad de postres clásicos y modernos, que lograron la elegancia que enmarcaba la celebración.
Entre las delicias que complementaron la fiesta estuvieron los Brownie Pops, Macaroons, Strawberry Berry Trifle y galletas de vainilla decoradas con paisajes y figuras emblemáticas del Reino Unido.
Sin duda alguna, la mesa temática de postres se robó las miradas de todos los presentes ya que rompió la noción de la tradicional mesa de pasteles e incorporó un concepto único, que además de reflejar elegancia, satisficieron el paladar de los más exigentes comensales.