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El que manda en este mundo y en el otro...

Por Alfonso M. Becker
lunes 30 de abril de 2018, 10:17h
El que manda en este mundo.
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El que manda en este mundo.
“En la cabeza de un asesino fanático religioso, no queda órgano alguno expedito por donde pueda penetrar la razón.” Napoleón Bonaparte
Y ahora se desatará el infierno sin fuegos de artificio ni alharaca porque siempre es el más fuerte, el más inteligente y el más listo el que determina los acontecimientos; y los débiles, los pobres, los desesperados y los incultos fanáticos religiosos, sufrirán lo que el destino les impone; porque el asesino religioso proyecta sus llamas, su odio y sus demencias transformándolas en creencias doctrinarias para su farsa teatral sangrienta. El diagnóstico social ya está hecho: envilecimiento del espíritu mahometano, a tal extremo, que solo vive para matar judíos y cristianos.

Pero en Jerusalem advierten que el terrorista musulmán debería tener en cuenta que no es más poderoso el que ladra más fuerte sino el que ha comprendido antes que solo existen dos reglas para la guerra: elegir un gobierno enemigo para destruirlo y hacerlo sin contemplaciones; pero arrasando completamente su país y matando a todos sus dirigentes. Los llamados proxy o actores no estatales “no recibirán otro tratamiento que el que debe darse a una plaga de alimañas” … Leo en un texto japonés de Miyamoto Musashi, notablemente influenciado por el chino Sun Tzu que para las fuerzas llamadas “irregulares” no hay perdón posible; y se les aplasta como a las cucarachas.

No tiene desperdicio la filosofía japonesa para tratar a los cobardes que envían niños y mujeres a la vanguardia como parapeto: matarlos incluyendo a toda su familia y a todos sus descendientes, destruir sus casas y sus medios de vida… Las incursiones japonesas por el continente euroasiático durante el siglo XVII ya describían al moro y el “tratamiento” que había que darles si en vez de comerciantes pacíficos eran espías musulmanes o gente armada: matarlos sin contemplaciones… Para la civilización japonesa todos los chino y moros eran engendros de la barbarie… Pueden los lectores hacerse una idea de lo es -o era- la guerra para un imperio japonés que creyó que podía derrotar militarmente a los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.

Desde su más tierna infancia, la república estadounidense se ha enfrentado a su destino manifiesto con tácticas y estrategias militares que ya apuntaban seriamente a un comienzo de siglo XX de la era común en lo que al arte de la guerra moderna se refiere. Dar la estocada y la puntilla, finalizando el siglo diecinueve, a una España decimonónica en plena decadencia colonial era la evidencia irrechazable de que tanto la Doctrina Monroe como la Doctrina del Destino manifiesto no eran palabras vacías de un fantasmal mensajero de la anacronía; porque todo estaba ocurriendo en una tierra prometida a los peregrinos creyentes de la vieja Europa.

El carácter “divino” para un Departamento de Guerra creado por el Congreso estadounidense en 1789, no fue otra cosa que las primeras páginas gloriosas del organismo precursor de ese Pentágono que es la sede del United States Department of Defense que, en 1947, recordaba al mundo que la nación americana estaba destinada a expandirse no solo por el continente americano sino hasta los confines de los océanos Pacífico y Atlántico… Sí… Es cierto que la gran mayoría de los enemigos de Washington parecen estar de acuerdo en que la gran superpotencia mundial ya no puede gobernar el mundo en solitario y que su poder económico y militar ya no es tan abrumador.

El gesto más enternecedor de los enemigos de Washington es el sublime aplauso cuando renace un nuevo imperio chino llamado a expandirse y a gobernar todo el planeta. La escoria terrorista de los moros se une a la fiesta a la espera de recoger sus migajas en Oriente Medio haciendo realidad su sueño de destruir al Estado judío…

Pero si quieren los lectores una gran lección sobre cuál es el verdadero estado de cosas en la nueva geopolítica -o siendo más explícito- en la correlación mundial de poderes, solo tienen que mirar y estudiar los próximos movimientos en Siria en este mes de mayo. Así aprenderán y también comprenderá, con más rapidez y clarividencia, que el llamado “Imperio” es algo más que esa América supuestamente débil y en decadencia de la que tanto hablan; unos Estados Unidos que están, hipotéticamente, en plena retirada de los asuntos mundiales; la América agotada que deja paso a otros poderes enemigos mientras se lame sus heridas de vuelta a casa…

¿Que serían los cuentos, las leyendas o las grandes batallas de la historia si no pudiésemos explicar los relatos poniendo en ellos algo significativo que, al menos, se acerque a una reflexión filosófica y política? Algunos todavía no han aprendido que ahora la guerra se hace de otra manera y que es mucho más rentable dejar que los enemigos se pudran poco a poco y se desgasten en un paisaje de caos y barbarie… Decía el aristocrático poeta francés, Alfred Victor de Vigny, que los únicos momentos hermosos de una obra de arte son aquellos en los que se realiza el trabajo artístico. Lo bello y hermoso no es el resultado. Simplemente es una consecuencia que sigue al gran acontecimiento creador. ¿Dónde dejamos, pues, el arte de hacer la guerra?

Miren y recuerden la simple reflexión que hicieron en la Rusia de Putin cuando los terroristas musulmanes asaltaron una escuela primaria tomando rehenes a las madres y a los pequeños y matando a todos los hombres: “los terroristas musulmanes están asesinando en nombre de Allah en todo el planeta, están haciendo terrorismo en todo el mundo y no vamos a negociar nada con ellos” … Se alzó el grito en el cielo porque había mujeres y niños… Pero las tropas del Kremlin atacaron con agentes químicos y mataron a todos los asesinos del Islam… Moscú mandaba un mensaje a los yihadistas del terror mahometano: “os mataremos como a las ratas, siempre, de cualquier forma y en cualquier rincón de este mundo” …

Desgraciadamente, también murieron todos los rehenes… Todas las madres y sus hijos… El llamado Occidente le echó una mano a Putin y no hizo declaración alguna para hurgar en la herida...

Como señala el actual equipo del presidente americano, Donald Trump, la extrema e insalvable complejidad de los grandes desafíos de la política exterior que enfrenta el mundo árabe, ha creado por sí sola una llamada de socorro urgente, a la Casa Blanca, de un Islam sunita que ha “confesado” con humildad que la propaganda de guerra del terrorismo palestino ha sido una trampa creada por criminales que se hacen llamar mahometanos, un ardid de los ayatolas de Teherán en el que han caído todos los demás pueblos árabes… Una trama manipuladora, un instrumento teatral de dominio de masas musulmanas incultas creado y financiado por los ayatolas persas.

Algo “divino” tiene que haber de por medio cuando los propios árabes señalan a los asesinos del Islam, con su insistente y depravado relato de exterminar a Israel como la continuación de una segunda “solución final” al estilo nazi del Tercer Reich ideada por terroristas mahometanos persas que han cometido muchos errores de bulto y el grave error de asesinar masivamente a civiles europeos durante los últimos 15 años… ¿Alguien en su sano juicio y cultura política puede creer que alguna vez se le entregará una sola piedra de Jerusalem a los terroristas mahometanos?

¿Qué idiota puede creer que se va a permitir un Estado terrorista palestino? Nunca tendrán Jerusalem… y tampoco habrá una solución de dos estados. ¿Por qué? Porque no habrá país en este mundo que regale un Estado palestino a los asesinos ni a los terroristas… Se acabó… Esa es la arrolladora idea de los negocios del equipo de Donald Trump. Habrá un lugar y una tierra para los palestinos, en su día, donde diga el que manda en este mundo y en el otro… ¿Que prefieren guerra y muerte? Pues guerra y muerte, pero la suerte que le espera a los jefes terroristas -según Washington- ya no es la cárcel sino pagar con la vida por todas las muertes que están causando. Como dice el profesor y periodista palestino, Khaled Abu Toameh, Los responsables son ellos… Los criminales dirigentes palestinos; los asesinos islámicos que mandan a las mujeres y a los niños de Gaza contra las fronteras y contra las tropas.

La nueva generación de jóvenes saudíes que apoya y sostiene en el poder al príncipe heredero Mohammed bin Salman suelen decir, refiriéndose a los iraníes, que los asesinos persas no son guerreros del Islam y que sus jefes, los ayatolás, no son otra cosa que asesinos mahometanos despiadados llamados a desaparecer, pero antes de “ultimarlos” -aseguran en la Casa de Saud- serán expuestos públicamente a su pueblo colgados del cuello en una grúa, porque están chapoteando en la ciénaga humana del chiísmo más criminal… Los saudíes no se andan con chiquitas y saben que es hora de salvar el prestigio y el honor del Islam…

Para sorpresa de Washington, la nueva era de los saudíes prometía un liderazgo a lo Lawrence de Arabia pero no británico sino auténticamente saudí… Riyadh aprendió la lección de London y quiere abanderar la auténtica “revolución” islámica… Se sienten con la suerte en Riyadh de que es la voluntad del que manda en este mundo y el otro...

El Destino manifiesto de la república americana está escribiendo, pues, su más importante capítulo… El “loco” egregio que ocupa la Casa Blanca ha mandado al carajo toda la política absurda, ruinosa y asesina de los moros y toda la estrategia de Occidente para con el llamado problema palestino-israelí… No se ha difundido mucho lo que exclamó Trump ese día porque no tiene el mismo morbo -supongo- que las prostitutas que conoce o deja de conocer el señor presidente americano y que tanto interesan a los periodista de medio pelo; o el lenguaje poco poético de uno de los más grandes negociantes del American way of life y todo un magnate hecho así mismo.

Para un genuino negociador como Donald Trump es absolutamente disparatado que Occidente financie durante 70 años a la peor basura árabe de sanguinarios terroristas musulmanes y mucho peor si ahora se permite a los persas que también provean de armas sofisticadas a todo un ejército de asesinos musulmanes contra Estados Unidos e Israel… Así que cuando sus asesores le preguntaron, delante del estratega encargado de dirigir a un equipo negociador, su yerno Jared Kushner, el tímido y callado millonario, marido de su hija Ivanka, que ¿qué iba a hacer con el problema palestino? abrió una carpeta, sacó todos los papeles, los hizo añicos y los tiró a la papelera: “ya no hay problema palestino” … “el que quiera negociar que se siente a la mesa” … “Pero si quieren guerra, les daremos guerra”.

Es la coalición árabe (aliados de Estados Unidos y de todo el llamado Occidente) la que hace la vista gorda para que nadie se otorgue ¡nunca más! ser abanderado de una causa palestina que no es la suya y de un posible acuerdo en negociaciones en la que solo tendrán la palabra los que mandan es este mundo y en el otro… Cualquier moro puede hacer aspavientos de cara a la galería… pero de ahí no pasará… porque se juega la destrucción de su país. ¿Sabe el lector que el odio y la violencia extrema inflama a los terroristas musulmanes en todo el planeta y que tanto Occidente como Oriente los desprecian? ¿Sabe, de verdad, que la estrategia para combatirlos ha cambiado?

Sigan los lectores el ejemplo de lo que ocurra en Siria a partir de hoy y en las próximas semanas. La guerra particular de Vladímir Putin continuará intentando sostener inútilmente al genocida de Damasco; será una pelea de perros con mucha más virulencia; y entre todos los actores jugarán al terrible juego de apostar a ver quién se queda en Siria y quién tendrá que largarse o será exterminado como una rata… El desafío que enfrenta Israel es muy similar a los padecidos por Washington desde su más tierna infancia. El académico Frederick Kagan, profesor de historia militar en la Academia Militar de West Point, lo ha declarado muchas veces: el poder imperial chiíta debe ser detenido porque son los nuevos nazis antisemitas… Y están propagando el terror mahometano por todo el planeta.

Walter Russell Mead, distinguido columnista en The Wall Street Journal, sugiere como el profesor Frederick Kagan, tratar de dejar una puerta abierta al Kremlin por si quiere cambiar de bando con algunas ofertas de interés nacional para Rusia… Estudien los lectores cómo se multiplican los ataques de Israel contra todos sus enemigos en el tablero sirio perdonando, de momento, a los rusos; porque la Unión Europea y Estados Unidos esperan que Moscú cumpla los acuerdos previos a la llegada del contingente ruso a Tartus y a las múltiple guaridas de los chiítas al servicio de Damasco… Los teóricos de la obstinación advierten al Kremlin que quien se empeña en morder una piedra no consigue sino romperse los dientes...

El Destino manifiesto de Estados Unidos está íntimamente ligado a sus aliados de todo el mundo. Son muchos y por supuesto reconocen que son objeto de odio, desprecio y sentimientos hostiles por parte de un Islam que asesina, de una China asertiva que reclama poder con violencia y de una Rusia revisionista que está perdiendo los papeles… Pero si han creído que Washington tiene miedo, se equivocan gravemente igual que se ha equivocado North Korea y sabía que el Pentágono iba a destruir el país protegido por los chinos...

El trío de enemigos al que se ha unido Rusia (China-North Korea-Irán) no provoca el pánico en la cultura judeocristiana de Occidente. Los asesinos del Islam no intimidan a una cultura que puede destruir a los terroristas musulmanes y situar a sus estados canallas en la edad de piedra. Washington tiene muy claro que hay que destruir a los persas. Porque así lo quiere el que manda en este mundo y en el otro...

La guerra es algo muy serio y los matones “atómicos” de pacotilla no intimidan a Washington… Simplemente han provocado una profunda reflexión sobre el significado de afrontar este ataque irrestricto contra los Estados Unidos de América y sus aliados. La violencia ilimitada hacia y contra el imperio angloamericano de Occidente demuestra claramente que los enemigos de Washington se mueven por una compleja mezcla de intereses, pasiones y destino; pero es la ambición de los persas la que obliga a Israel a defenderse a sangre y fuego en Siria y donde haga falta….

China, Irán y Rusia reafirman un desafío de civilización al orden democrático liberal occidental. Europa está obligada a evitar que la destruyan de nuevo y el Pentágono no puede permitirse el lujo de perder esa cabeza de playa, conquistada a fuerza de sangre y de tesoro, que es la Unión Europea. Los enemigos están empujando fuerte… Ha llegado la hora de que Israel se defienda, atacando… El Dios de Moisés, de Abraham y de Jacob protege a los suyos...

Es natural que Washington atienda, ojo avizor, a todos los movimientos militares en el tablero de guerra… Los persas no han evaluado bien a quién se enfrentan. Hoy, más que nunca, el Occidente sabe que de la guerra a muerte contra los asesinos mahometanos depende la servidumbre o la libertad.

Se decía en la Francia del pensador y jurista, Alexis de Tocqueville, que Estados Unidos era un ejemplo de grandeza y que la joven nación alcanzaría las más altas cotas de poder en el mundo. Su filosofía de la historia animó, sin duda, al general Lafayette a luchar por la revolución estadounidense. Hoy su nombre forma parte de la toponimia de todo el mapa norteamericano.

La muerte en la guerra es una formalidad desagradable, todos los candidatos son admitidos, todo el que quiera guerra encontrará las puertas del infierno abiertas de par en par…

La república americana tiene al Dios de Israel de su parte y se defenderá de sus enemigos porque ha elegido las luces a la oscuridad de la barbarie y prefiere la prosperidad de las democracias a la miseria de las dictaduras.

Así piensa el que manda en este mundo y en el otro.













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