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Manifestantes frente al Palacio Nacional
Manifestantes frente al Palacio Nacional

RD y Haití posponen diálogo, pero firman acuerdos. Ley de Desnaturalización en el tintero

Por Redacción Diario Hispaniola
viernes 09 de mayo de 2014, 18:09h

Mientras los gobiernos de República Dominicana y Haití dan versiones contradictorias, la Ley de  desnaturalización continua estancada y los afectados se mantienen  en protesta frente al Palacio Nacional y reclaman una ley que los ampare.

Santo Domingo.- La tercera ronda del diálogo de alto nivel iniciado a principios de este año entre la República Dominicana y Haití acaba de ser cancelada por cuarta vez con versiones contradictorias de parte de los gobiernos de los dos países.

El vocero del gobierno dominicano, Roberto Rodríguez Marchena, anunció ayer que la ronda que prevista para hoy jueves 8 de mayo en Puerto Príncipe se realizaría "pero no con el diseño que se había pensado".

Sin embargo, desde el lunes pasado ya el portavoz del gobierno, Kedlaire Agustin, había anunciado que el primer ministro Laurent Lamothe no se reuniría con República Dominicana mientras el presidente Danilo Medina no envíe al Congreso la Ley de Naturalización.

El propio Lamothe confirmó la posposición de la reunión "por acuerdo entre los dos gobiernos" a través de un tuit enviado el miércoles temprano en la mañana.

Las versiones contradictorias confirman un secreto a voces que el gobierno dominicano se empeña en disimular: que el presidente Medina se comprometió ante el gobierno de Haití a promover una ley que saque del limbo jurídico a los dominicanos de origen haitiano afectados por la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.

Este caso, considerado como el despojo de nacionalidad masivo más grave que haya tenido lugar en el continente americano, ha colocado al gobierno dominicano en una situación difícil.

En la propia República Dominicana se han definido dos grandes campos con relación a la cuestión.

De un lado se sitúan los sectores más conservadores, partidarios de la sentencia, que cuentan con el sostén activo del partido derechista Fuerza Nacional Progresista (FNP), parte de la coalición de gobierno, y una franja considerable de altos funcionarios y dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), conductor del gobierno, encabezados por el presidente de ese partido y ex presidente de la República Leonel Fernández.

En oposición al fallo desnacionalizador se agrupan organizaciones sociales, religiosas y políticas, entre los que se destaca el Centro Bonó, dirigido por sacerdotes jesuitas, que destacan el carácter racista y xenófobo de la decisión judicial.

En el plano internacional el caso está siendo conocido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que ya se ha pronunciado a favor de la restitución de la nacionalidad dominicana a los afectados.

Muchos países, entre los que se cuenta la totalidad de los integrantes de la Comunidad del Caribe (CARICOM), se han opuesto con firmeza a la sentencia que han denunciado como un grave atentado a los derechos humanos violatorio de los compromisos internacionales asumidos por la República Dominicana.

Los países miembros de la CARICOM representan la mayoría de los países beneficiarios de Petrocaribe, programa de crédito y cooperación financiado por Venezuela.

Este último país es el que ha propiciado el diálogo varias veces pospuesto en la República Dominicana y Haití.

Los partidarios de la sentencia 168-13 han acusado a menudo a Venezuela de estar parcializada a favor de Haití, la CARICOM y los países y organizaciones defensoras de los derechos humanos.

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