Washington, (EFE).- El presidente de
Estados Unidos, Barack Obama, deseó, junto a su esposa Michelle, una feliz
Pascua a sus "hermanos cristianos" y ambos se unieron a la
celebración del Viernes Santo.
"Reflexionemos
sobre el sacrificio que Jesucristo hizo por nosotros y regocijémonos en el
triunfo de la Resurrección. Esta época nos recuerda que Dios está siempre con
nosotros, en el sufrimiento y en la celebración", dijo Obama en un
comunicado.
"Demos
gracias por las muchas bendiciones en nuestras vidas y renovemos nuestro
compromiso de seguir el ejemplo de Cristo al amar a Dios y amar a nuestro
prójimo como a nosotros mismos", agregó el mandatario.
Obama
siempre se ha descrito como creyente en Jesucristo, pero no ha entrado en
detalles específicos sobre su iglesia.
Precisamente
hace apenas unas semanas, el presidente estadounidense visitó el Vaticano y se
reunió con el papa Francisco.
El
papa y el presidente, junto con dos intérpretes, celebraron un encuentro
privado que se prolongó durante cincuenta minutos, más largo de lo normal, en
el que ambos intercambiaron pareceres y regalos.
El
presidente confesó a la prensa que se sintió "muy conmovido por el mensaje
de inclusión y de compasión del papa Francisco" y profundamente emocionado
por sus reflexiones sobre la importancia de que los dirigentes políticos
incorporen una perspectiva moral cuando afrontan los problemas mundiales, más
allá de los propios intereses.