Bolivia.- “Nadie supo lo que estaba pasando, todos creíamos que íbamos a aterrizar porque el piloto ya lo había anunciado y estábamos esperando eso”, sostuvo Tumiri en una conferencia de prensa en Cochabamba (centro de Bolivia), donde se recupera de sus lesiones.
Erwin Tumiri, técnico aeronaútico y su compatriota boliviana, la azafata Ximena Suárez, sobrevivieron al accidente junto a otros cuatro pasajeros. El aparato se desplomó a tierra con 77 personas, entre estas el equipo de futbol del brasileño Chapecoense.
Fue la azafata que le alertó que “algo está pasando”, relató, y “luego se apagó toda la luz y en cuestión de minutos comenzó a vibrar (el avión) y pasó directamente el impacto. Sentí como una hojalata doblándose, sentí el golpe y ya desperté boca abajo en una pendiente”, de donde fue rescatado por brigadistas colombianos.
El fin de semana, el gobierno boliviano encontró indicios de irregularidades en el funcionamiento y operaciones del avión Lamia, según el ministro de Obras Públicas y Servicios, Milton Claros. Como primera medida destituyó a altos funcionarios aeronáuticos y abrió querella contra la técnico que dio luz verde al vuelo.
Una de las principales hipótesis que se maneja es que el avión se precipitó a tierra porque se quedó sin combustible a poco de llegar al aeropuerto de Rionegro, que sirve a Medellín.