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El prof. Salvador E. Castro Calcagno
El prof. Salvador E. Castro Calcagno

El valor de la historia, los héroes y sus monumentos

Por Salvador Castro
lunes 17 de febrero de 2014, 17:08h
El pueblo que no sabe valorar ni honrar su historia, sus Héroes, sus monumentos emblemáticos, es una sociedad cuyo espíritu patrio está moribundo.

No sabe amar los valores más sagrados que residen en la quinta esencia del ámbito de la conciencia social y patriótica.

Es una comunidad destinada al fracaso y a la disolución absoluta. Todo esto conduce, además, a un Estado inexorablemente fallido, sin instituciones funcionales, necesarias para fomentar el orgullo y el fervor nacionalista. Afirmamos estas fuertes sentencias para alertar a los gobernantes y gobernados dominicanos, sobre algunas de las manifestaciones señaladas en el párrafo anterior, que se han dado, lamentablemente, en nuestro país.

Lo que ha sucedido en el Baluarte Nacional, sobre hechos que he visto leído, y oído, constituye un escarnio, una negación y hasta una traición a los supremos ideales patrios. Que el santo lugar donde se enarboló por primera vez la enseña tricolor que materializa el alma nacional.

Donde yacen las gloriosas cenizas de los Padres Fundadores de nuestra nacionalidad, se encuentre abandonado, descuidado y que su entorno circundante sea un ''Mercado de Pulgas'' perdiendo este sacro lugar su solemnidad y santidad. En el año 2009 la profesora de literatura, Mayra Lugo de nuestro antiguo colegio Santa Marta me solicitó le escribiera un texto alusivo a los padres de la patria con figuras metafóricas, para análisis gramatical, literario e histórico del cuarto teórico.

Le escribí lo que he considerado como ''La Apostasía Dominicana" con los siguientes conceptos: "Las tres columnas que sustentaron la Catedral de la patria; la de la santa y gloriosa idea, la hundieron en el infame y proceloso mar de la ingratitud.

La que representó el patriotismo, la demolió el tirano parricida en San Juan de la Maguana, y la que representó el honor, se pierde como las otras, en la memoria histórica de las generaciones indolentes y veleidosas".

Desde los orígenes de nuestra independencia estamos estigmatizados por tan crueles comportamientos antipatrióticos, que nos han dejado enfermos el espíritu patrio y el alma nacional.

Otro hecho de menor cuantía, pero significativo, es el ocurrido el primero de febrero del 2009, cuando el fenecido Vicealmirante Manuel Ramón Montes Arache y el suscrito Capitán de Navío (R), Salvador E. Castro Calcagno, Marina de Guerra, trabajamos el tema "Academia Naval es un patrimonio".

"Escuela naval de Sans Souci debe seguir en su mismo lugar", publicado en la sección "Reportaje" del periódico Hoy; en donde destacábamos el valor histórico de este monumento que no debe físicamente de sacarse del acontecer de la vida y de la existencia de nuestra patria.

La Academia Naval y su historia: la institución defendida por nosotros, tiene la categoría de Universidad y lleva el nombre de Cesar de Windt Lavandier, quien fuera uno de los Jefes de Estado Mayor más profesional, prestigioso y respetado, además de ser un pionero en la modernización de la Marina de Guerra y de la Academia Naval.

Fue un héroe participante con los aliados en la Segunda Guerra Mundial dándoles servicios como oficial en el buque mercante "San Rafael"; transportando mercancías a los Estados Unidos, como el azúcar crudo, para la fabricación de la pólvora que servía parte de las armas con que fueron vencidas las potencias del Eje, Berlín-Roma-Tokio.

El "San Rafael" fue hundido por un submarino alemán y nueve tripulantes permanecieron en una balsa durante varios días, en alta mar. El oficial De Windt fue uno de los sobrevivientes de aquel fatal acontecimiento.

El ya Vicealmirante De Windt enseñó en su amada academia, por décadas, hasta el último día de su fructífera vida de más de 90 años.

En esta Academia Naval se graduaron los oficiales elevados a Héroes de la Patria, por el Poder Ejecutivo, de manos del Presidente de la República, Dr. Leonel Fernández Reyna, los Coroneles de Abril de 1965: Rafael Tomás Fernández Domínguez, Francisco Alberto Caamaño Deño y Manuel Ramón Montes Arache, además de un gran número de oficiales subalternos y superiores que defendieron como ellos el honor y el decoro de la patria intervenida por fuerzas militares invasoras; ayudando de este modo a forjar la actual democracia mediatizada de hoy; que no es por la que muchos de ellos ofrendaron sus gloriosas vidas, porque lucharon y murieron por establecer un régimen democrático, popular, participativo y con justicia social.

Aunque consideramos que podría ser un poco tarde para que se acogiera nuestra reiterada petición, debe quedar este documento como constancia histórica de nuestra posición. Nos afirmaba el Héroe Nacional, Vicealmirante Montes Arache, que nadie se atreva a demoler el recinto de la Academia Militar "Batalla de las Carreras", porque en ella se ha aposentado un espíritu profesional distinto al de la Academia Naval de aquella heroica Marina de Guerra Dominicana.

Por El prof. Salvador E. Castro Calcagno, es prorofesor de la UASD (1969-1986) Capitán de Navío Constitucionalista ® Marina de Guerra y director -fundador del Colegio Santa Marta.
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