Naciones Unidas, (EFE).- El campamento, en el que el pasado abril irrumpió el grupo yihadista Estado Islámico (EI), es un "recordatorio diario" de las "catastróficas consecuencias" de la guerra en Siria, aseguró el principal responsable de la UNRWA, Pierre Krähenbühl.
En la instalación vivían antes del conflicto 160.000 personas, de las que sólo quedaban 18.000 cuando llegó el EI, un número que desde entonces se ha reducido en varios millares, dijo Krähenbühl.
La UNRWA no tiene acceso al campo desde el pasado 28 de marzo, pero sí ha podido dar asistencia a las personas que han logrado salir en barrios cercanos.
La situación de los palestinos en Siria es una de las grandes preocupaciones de la agencia, que mañana conmemorará sus 65 años de actividad con un acto en la sede de las Naciones Unidas.
La UNRWA quiere que la jornada sirva para reflexionar sobre la situación de los refugiados y sobre la necesidad de poner fin a la actual situación.
Actualmente más de 860.000 palestinos dependen de la ayuda alimentaria de las Naciones Unidas, dijo hoy Krähenbühl, que recordó que en el año 2000, antes de que Israel comenzara el bloqueo a Gaza, ese número era de 80.000.
La UNRWA, que además facilita servicios sociales, educativos y sanitarios a los refugiados, alertó hoy de las dificultades de financiación por las que pasa.
Según Krähenbühl, actualmente la agencia tiene un déficit de 105 millones de dólares para este año, lo que en caso de no solucionarse, haría que solo pueda continuar con sus actividades hasta septiembre.
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