Santo Domingo.-
La actividad turística tiene en la madre naturaleza a su gran aliada, porque que gracias a la riqueza de sus paisajes podemos disfrutar de espacios donde nuestros pulmones se llenan de aire puro, mientras deleitamos nuestros sentidos con la belleza y armonía de esta creación divina.
En República Dominicana, un lugar que, además de estos beneficios, nos relaja, transmite paz y energía positiva es el Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso (JBN), ubicado en la avenida Los Próceres, sector Altos de Galá.
Su nombre rinde un merecido homenaje al doctor Rafael María Moscoso, el primer dominicano en dedicarse por completo al estudio de las ciencias botánicas en nuestro territorio, dejando plasmadas sus investigaciones en un interesante catálogo de consulta.
Impresionante es el diseño de esta reserva natural, que tiene el sello del arquitecto dominicano Benjamín Paiewonsky y del ingeniero Joaquín Ruiz, quienes participaron en su construcción en marzo de 1972; siendo su inauguración oficial cuatro años después.
Desde entonces, sus distintas áreas cumplen con la misión de estudiar, preservar e investigar la variada flora que posee el país en sus 48 mil kilómetros cuadrados.
Los párrafos anteriores nos introducen al turismo botánico, una actividad que surgió décadas atrás con el objetivo de poner en valor las colecciones documentadas de plantas vivas, además de apoyar la investigación científica, la conservación y la educación ambiental.
De hecho, diversos estudios confirman que el turismo natural es una muestra de la evolución que ha experimentado esta modalidad a través de los años. Vale citar que su aparición en Europa como actividad fue a finales del siglo XX, y hasta la fecha sigue desarrollándose con bastante éxito.
Un caso específico es España, un país donde esta modalidad de turismo surgió impulsada por el interés de su población y de las instituciones que se dedican a cuidar la salud de los recursos naturales.
Para quienes tienen ese sentir muy arraigado a su estilo de vida, esta forma de hacer turismo se ha convertido en una forma distinta y creativa de viajar, concienciar y promover el respeto por las riquezas naturales que han sido custodiadas por las generaciones que nos han precedido.
¡Inolvidable! recorrido por su hábitat
Cada año, este jardín -que es miembro del Botanic Gardens Conservation International (BGCI)- recibe a visitantes locales y extranjeros que aman observar las flores, las plantas, así como la gran variedad de árboles nativos y endémicos de la isla La Hispaniola, en la que República Dominicana y Haití comparten su territorio.
¡Inolvidable! Es el recorrido por los 2.000.000 kilómetros cuadrados, que tiene este pulmón del Gran Santo Domingo, en el que nuestros sentidos son cautivados por el bienestar que nos ofrece estar unas horas en el Jardín Botánico más grande del Caribe.
Como los recorridos por esta reserva son al aire libre, a los visitantes siempre se les recomienda aplicarse protector solar y repelente; usar gorra o sombrero; calzado cómodo; así como llevar un termo de agua para mantenerse hidratados.
En abril de 2024, las autoridades que dirigen este jardín -considerado como uno de los más bellos del mundo-, realizaron un encuentro al que denominaron "Nuevos atractivos del JBN"; y que tuvo como objetivo mostrar a los profesionales de la comunicación las novedades que han puesto en marcha enfocadas en sus cuatro ejes fundamentales: investigación, conservación, educación ambiental y recreación.
La actividad inició en el Auditorio del JBN con la presentación del proyecto “1000 orquídeas para el bosque seco", ofrecida por Zoilo Richardson, encargado de la sección de Cultivo In Vitro.
En sus ponencias, las expertas Yuraisy Rodríguez y Francis Grullón explicaron que, para aumentar el número de individuos y de su población en el país, ese proyecto promueve la introducción de las especies Tolumnia henekenii, Tolumnia variegata, Broughtonia dominguensis, Psychilis vernicosa y Psychilis truncata.
Pedro Suárez, director general del Jardín, aseguró que esos atractivos buscan mantener la armonía en este espacio verde, y de manera muy específica cumplir con el objetivo de conservación a través de su proyecto 1000 orquídeas para el Bosque Seco, que lleva a cabo el equipo de Cultivo In Vitro.
En dicha jornada, tanto los directivos como los periodistas participaron en una siembra de araucarias en el bosque dedicado a los comunicadores, como forma de honrar su labor y sumarnos al compromiso de preservar y cuidar esta reserva del país.
En ese orden, Suárez dijo que el referido encuentro fortaleció el vínculo de amistad entre los periodistas y técnicos del Jardín, quienes recibieron de primera mano las novedades que han puesto en marcha para elevar el nivel de reciprocidad entre sus visitantes, que solo en 2023 sumaron más de 275,398 personas.
“La gerencia del Jardín Botánico Nacional siempre piensa en los diferentes públicos que les visitan. Por eso, desde 2014 incluyeron la oferta del Sendero de los Sentidos, un recorrido de 550 metros construido para que las personas con capacidades especiales tengan la oportunidad de vivir esta experiencia sensorial”, expresó.
Este equipo interdisciplinario de apasionados por la botánica aporta experiencias de valor y su pasión por la naturaleza. ¿Cómo lo logran? Dando a conocer la oferta que tiene el idílico Jardín Botánico Nacional donde los árboles y las plantas son las protagonistas.
Helechos, bambúes, araucarias, sabinas…
Luis Montero, encargado del Departamento Administrativo, mencionó las distintas áreas del Jardín Botánico, entre las que se destacan la Plaza Central y el Reloj Floral, que con su 20 m de diámetro y 3,5 de altura está considerado como uno de los más grandes del mundo.
Para conocer y aprender sobre nuestra flora, un día no es suficiente. Sin embargo, les aseguro que el Pabellón de los Helechos María Asensio viuda León no puede quedar fuera de su visita. Este espacio, remozado completamente con el apoyo de la Fundación León Jimenes, reafirma en su nuevo diseño su misión de ser un lugar educativo y recreativo para la población.
El Jardín Japonés, con su memorable decoración de bambúes, araucanias, sabinas y otras plantas y flores asiáticas, siempre atrae la visita de dominicanos y extranjeros.
Las plantas aromáticas, medicinales, tóxicas y urticantes predominan en el Herbolario; mientras que en el Museo Ecológico, los visitantes aprenden datos interesantes sobre la existencia de los distintos ecosistemas que alberga la isla.
Otro lugar interesante lo ocupan las plantas endémicas, donde se puede observar la flora autóctona de la isla como la campanita criolla, el aceituno, la camelia roja o la lengua de vaca.
Pasando a los exteriores del Jardín se llega a la zona conocida como Arboretum, donde se conservan aproximadamente 1.500 especies de árboles endémicos y foráneos. También está la Gran Cañada, que en sus 1,6 kilómetros atraviesa la reserva natural hasta desembocar en el río Isabela próximo al Parque Zoológico Nacional.
Durante todo el año, se realizan charlas y talleres sobre temas vinculados a la botánica, al cultivo de orquídeas y bonsáis. Por igual, este espacio abre sus puertas al Festival Nacional de Plantas y Flores y de Orquídeas, dos eventos anuales al que acuden floristerías, horticultores, una asombrosa cantidad de personas que aman la naturaleza.
Abordo del tren eléctrico ‘El Guanito’
Recorrer este gran espacio natural en sus famosos trencitos es una atracción que desde hace años está en la memoria de sus visitantes. Alineado a la promoción de su cultura ambiental que busca reducir a cero la huella de carbono, durante su visita al Jardín Botánico le recomendamos subir a su novedoso tren eléctrico "El Guanito".
Este nuevo medio de transporte fue adquirido gracias a la cooperación triangular que busca reemplazar los tradicionales trenes de diésel, utilizados para las visitas guiadas, ofreciendo así una alternativa para recorrer este espacio respetando el medio ambiente. Asimismo, tienen previsto incorporar otras unidades de trenes para convertirlos en un punto de atracción turística.
Importante destacar que en cumplimiento con la Ley 179-03 sobre reforestación y la ordenanza 4-88, el Jardín Botánico tiene establecido el servicio social dirigido a estudiantes de quinto y sexto grado de secundaria a través del cual el Departamento de Educación Ambiental les proporciona conocimientos básicos sobre recursos naturales.
Luego de hacer este interesante recorrido por el Jardín Botánico Nacional resulta oportuno finalizar con esta cita de Ricardo García, quien fue director desde el año 2007 hasta el 2020: "El Jardín Botánico es parte del turismo actual de moda para un país como este; es el ecoturismo, es decir, conocer la riqueza, biodiversidad y los atractivos paisajísticos que tiene República Dominicana".
¿Cuándo ir?
El Jardín Botánico recibe a sus visitantes de lunes a viernes en horario de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. Para facilitar la comunicación con los turistas, actualmente tienen guías bilingües y trilingües que hablan español, alemán e inglés.
Si va en grupo, puede hacer su reserva escribiendo al correo [email protected] o llamando al teléfono 809-385-2611, estación 250.
Dato. El contenido original fue publicado en la IV edición de la revista Turismo Dominicano de Adompretur.
Pie de fotos. Cortesía Jardín Botánico Nacional