El líder de los manifestantes condiciona una eventual negociación a que el presidente Lasso desactive el estado de excepción y retire a la policía y los militares de Quito.
Desconocidos asesinaron al líder indígena Oliverio Conejo Sánchez y a su hija Emily, de 22 años, en un ataque perpetrado en una carretera del convulso departamento del Cauca, en el suroeste de Colombia.