Esta Nochevieja ha sido una de las más esperadas, pues había muchas ganas de despedir el año y comenzar un nuevo 2021 con la Fe puesta en las vacunas y en empezar a vislumbrar el fin de la pandemia. Pero también ha sido uno de los 31 de diciembre más atípicos para toda Europa y prácticamente el resto del mundo, pues debido a la pandemia el 2021 ha llegado entre confinamientos, calles vacías y con la prohibición en muchos países de las celebraciones o reuniones públicas.
Ni cotillones, ni plazas repletas para despedir el año ni familias enteras reunidas para saludar juntos al nuevo año. La imagen ha sido muy similar en toda Europa, Londres, Madrid, París...ciudades vacías con algún que otro espectáculo pirotécnico o de luces para intentar aparentar cierta normalidad navideña.
La tradicional Puerta del Sol, desierta durante las 12 campanadas
En España la tradicional Puerta del Sol, el lugar desde donde múltiples cadenas de televisión despiden el año cada 31 de diciembre, este año la imagen costará olvidarla, y es que las 12 campanadas del mítico reloj han sonado en una plaza totalmente vacía y custodiada por la policía.
El jolgorio y fiesta habitual que desprende la plaza cada Nochevieja se ha transformado en un silencio sepulcral, un signo de lo diferente que ha sido 2020 y la incertidumbre y cautela con la que se ha recibido al 2021. La imagen desierta de Sol es igual en otros lugares icónicos de Europa como Piccadilly Circus en Londres (ciudad confinada en estos momentos) o París, donde la Torre Eiffel ha brillado sin el acompañamiento de los parisinos.