San
Basilio de Palenque fue fundada en el siglo XVII por negros cimarrones
Los palenqueros colombianos apuestan por el turismo para superar la pobreza
Por EFE
jueves 06 de junio de 2013, 07:53h
Ubicado
en el norte de Colombia fue el primer asentamiento de descendientes de
africanos que rompió las cadenas de la esclavitud en América. Hoy abre sus
puertas a la industria del turismo para librarse de la miseria en la que ha
vivido siempre.
Con la inauguración de un parador turístico este
pequeño poblado distante una hora por tierra de Cartagena de Indias busca
mostrar al mundo esos valores culturales por los que Unesco lo declaró como
Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, en 2005.
"Queremos
que el turista que venga encuentre la originalidad de Palenque, su gastronomía,
los peinados que las mujeres lucen en su cabeza y que significan los caminos
que utilizaban para escapar de la esclavitud", explicó a Efe el ministro
de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Sergio Díaz-Granados. San Basilio
de Palenque es una comunidad de unos 3,000 habitantes fundada en el siglo XVII
por negros cimarrones que escaparon de Cartagena y sus alrededores en busca de
libertad y cuyos descendientes conservan la cultura y tradiciones de los
antiguos esclavos.
"Queremos que el turista entienda cómo un espíritu
africano sigue intacto dentro del corazón de América; es muy importante que los
turistas que vienen hoy a Cartagena sepan que hay mucho más allá de la ciudad
amurallada", agregó Díaz-Granados en referencia al casco histórico de este
puerto sobre el Caribe colombiano que fue uno de los más importantes de la
América española.
Según el ministro, se
espera que unos 300 turistas visiten semanalmente San Basilio de Palenque, y el
parador servirá para controlar la entrada de los visitantes, "en el
sentido de darles una información que les sirva para que puedan, antes de
entrar al pueblo, apreciar toda su cultura". El pueblo palenquero goza de una cultura muy
rica pues conserva las costumbres heredadas de sus ancestros africanos casi
intactas, entre las que destaca el "lumbalú", un ritual fúnebre con
el que por medio de bailes y cantos despiden a sus muertos.
Los habitantes de este territorio hablan un
dialecto conocido como "palenquero", que data de finales del siglo
XVI y comienzos del XVII y que es una mezcla de lenguas africanas de origen
bantú nutridas con bases léxicas castellanas que utilizaban para no ser
entendidos por los hispanohablantes. Sin
embargo, a pesar de ser eje central de buena parte de la cultura del Caribe
colombiano, han permanecido olvidados por el Estado, hasta el punto de que no
cuentan con adecuados servicios públicos ni de salud.
Los pobladores de San
Basilio no cuentan con agua totalmente potable, el servicio de energía
eléctrica es deficiente y costoso y carecen de alcantarillado.
La economía de este asentamiento es precaria
ya que sus habitantes no cuentan con fuentes de empleo y el trabajo se reduce a
cultivar pequeñas huertas con productos para su sustento diario, como maíz,
yuca y ñame, un tubérculo típico de la región. Por eso, con este parador
turístico que tuvo una inversión de 600 millones de pesos (unos 315,000
dólares) y que es la primera etapa de un proyecto que incluirá posadas para los
visitantes, los palenqueros esperan tener una fuente sostenible de ingresos que
les permita dejar atrás las cadenas de la pobreza.