Según los activistas del colectivo Marcha Verde, “ni el alto nivel de riesgo ante los efectos del cambio climático, ni la pobreza que afecta a las grandes mayorías, ni el al afán de lucro de ciertos grupos coordinados alcanzan el nivel de destrucción que provocan las prácticas corruptas concebidas para depredar ríos, bosques y montañas del país.”