El lazo rosa: Un símbolo de lucha contra el cáncer de mama
La historia del lazo rosa contra el cáncer de mama La historia del lazo rosa contra el cáncer de mama es una de perseverancia y firmeza, impulsada por la convicción de una mujer de que las cosas pueden ser mejores. Su nombre era Charlotte Haley y con aguja e hilo transformó la vida de miles de mujeres. En 1991, a sus 68 años, movida por su propio diagnóstico y el de más mujeres de su familia, Charlotte comenzó a coser lazos color melocotón en el comedor de su casa en Boston y a repartirlos por la calle, a sus vecinas, en los locales del barrio e incluso a los políticos estadounidenses. A cada lazo adjuntó una carta con un mensaje claro: "El presupuesto anual del Instituto Nacional del Cáncer es de 1.800 millones de dólares, y solo el 5% se destina a la prevención del cáncer. Ayúdanos a despertar a los legisladores y a Estados Unidos llevando este lazo". El melocotón dio sus frutos, y muy pronto la campaña del lazo llegó a la revista de salud 'Self'. Sin embargo, el intento de su editora, Alexander Penny, de llevarla en su número especial por el Mes Nacional de Concienciación sobre el Cáncer de Mama de 1992, fue en balde, porque Charlotte consideró que la iniciativa era demasiado comercial. Ante la negativa, la revista decidió teñir el proyecto y convertir el lazo melocotón en rosa para poder usarlo legalmente. Poco después, la compañía de cosméticos Estée Lauder, con la ayuda de Evelyn Lauder, se unió al proyecto y juntas comenzaron a promocionar esta campaña contra el cáncer de mama que, ahora, es conocida mundialmente.