El Ejército de Israel llevó a cabo una intensa campaña de bombardeos contra varias localizaciones en el sur del Líbano, donde murieron casi una veintena de personas y más de un centenar resultaron heridas, y volvió a cargar contra la misión de la ONU (FINUL) en el país.
Beirut.- Aviones de combate israelíes lanzaron más de una decena de ataques consecutivos contra la localidad de Nabatieh, en el sur del Líbano, que acabaron con la vida de 16 personas y dejaron 52 heridos, informó el Ministerio de Salud Pública libanés en una escueta nota en su cuenta oficial de X.
Entre los fallecidos se encuentra el alcalde de la ciudad, así como un miembro del ayuntamiento y otros pertenecientes al comité de crisis de la localidad, una de las más castigadas por los bombardeos israelíes, según dijo a EFE una fuente de la Islamic Risala Scout Association sobre el terreno.
La Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) detalló que los ataques impactaron contra varias sedes municipales, edificios residenciales y una biblioteca, que quedó completamente destruida, mientras que enormes columnas de humo se elevaron en una quincena de puntos de la ciudad.
La aviación israelí lanzó también una cantidad de bombardeos sin precedentes contra el municipio de Qana, más al sur de Nabatieh, y que acabaron con la vida de otras tres personas e hirieron a 54 en esta simbólica localidad, donde más de cien personas fueron asesinadas en 1996 durante la ‘Operación Uvas de la Ira’ que lanzó Israel contra el Líbano.
El Líbano pide auxilio
Por ello, el primer ministro libanés, Najib Mikati, advirtió que su Gobierno «no puede proporcionar por sí solo las necesidades básicas» de la población, e insistió en que la asistencia humanitaria de países, organizaciones internacionales y agencias de Naciones Unidas es «de suma importancia».
El jefe del Ejecutivo libanés recordó que el país «está sometido a una agresión continua, en una clara violación del derecho internacional humanitario» y que, hasta la fecha, al menos 2.367 personas han muerto y otras 11.088 han resultado heridas.
El Consejo de Ministros libanés, en su reporte diario, detalló que solo en las últimas 24 horas Israel había lanzado contra el Líbano 138 ataques, cifra que situó en 10.150 ataques israelíes contra el país desde el inicio del conflicto contra el grupo chií libanés Hizbulá el 8 de octubre de 2023.
Ante esta situación, el Gobierno libanés presentó en esta jornada una nueva denuncia ante el Consejo de Seguridad de la ONU «para documentar la agresión israelí» contra el Líbano y con el objetivo de «presionar a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad para que tome medidas para detenerla».
Los bombardeos han convertido a 190.698 personas en desplazadas internas, que en este año se han trasladado hasta alguno de los 1.076 refugios en diferentes puntos del país, especialmente en las provincias de Monte Líbano y Beirut.
A todo ello se suma la aparición del primer caso de cólera que el Ministerio de Salud Pública del Líbano confirmó hoy tras analizar las muestras clínicas de una ciudadana libanesa de una aldea de la región de Akkar, en el norte del país, que ingresó el 14 de octubre en un hospital «debido a una diarrea acuosa aguda y deshidratación».
La ONU, otra vez en el objetivo
La misión de la ONU en el sur del Líbano (FINUL) volvió a ser blanco del Ejército israelí, al que acusó de «abrir fuego directo y aparentemente deliberado» contra una de sus posiciones cerca de Kafer Kela, donde un tanque Merkava israelí disparó contra su torre de vigilancia y destruyó dos cámaras de vigilancia.
En un breve comunicado, la FINUL explicó que las fuerzas de mantenimiento de la paz observaron esta mañana, en una posición próxima a Kafer Kela, «un tanque Merkava de las FDI (Fuerzas de Defensa Israelí) disparando contra su torre de vigilancia», en un ataque en el que «dos cámaras fueron destruidas y la torre resultó dañada».
El pasado domingo, la FINUL denunció que dos tanques de Israel entraron en su posición y el día anterior, sábado, que uno de sus soldados resultó herido «por disparos» en su cuartel general en Naqoura (sur), con lo que ascendió a cinco el número de cascos azules heridos en incidentes en tres días, atribuidos a Israel.
Por otro lado, la coordinadora especial de la ONU para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, consideró hoy que ya «ha llegado el momento de que todos los actores implicados cesen inmediatamente el fuego y abran la puerta a soluciones diplomáticas».