Hace siete décadas, Israel y República Dominicana iniciaron una fuerte relación de amistad cimentada en los valores del respeto, la solidaridad y la cooperación mutua, la cual, sin duda, se ha fortalecido con el embajador Daniel Biran.
En una entrevista que le hice en marzo de este año para una revista especial publicada en el periódico Hoy, Biran –quien siempre tiene un trato afable y cercano-, nos dijo que en 2008 visitó nuestro país por primera vez; diez años después volvió para cumplir la misión diplomática que le fue asignada desde su patria.
Mientras conversábamos, no dudó en manifestar su agradecimiento porque República Dominicana fue el primer y único país que les abrió las puertas a los hijos de Israel, cuando en 1938, previo al inicio de la Segunda Guerra Mundial solicitaban refugio. Los primeros judíos llegaron a Sosúa, en Puerto Plata, donde se establecieron y se integraron a la vida en comunidad.
En los cinco años que permaneció aquí emprendió muchas las acciones para estrechar aún más los lazos de hermandad que unen a nuestros pueblos. Aunque en su agenda tenía deberes muy específicos, en 2020, ésta se alteró por la inesperada pandemia generada por la Covid-19. Esta emergencia sanitaria hizo que enfocara su prioridad en ayudar al país a salir airoso.
A la par con esta eventualidad, continúo materializando proyectos. Así, inauguró la calle Jerusalén en Punta Cana.
Sus cinco años como diplomático han sido fructíferos. Por ejemplo, logró que cada año a Israel lleguen 900 toneladas de las deliciosas piñas que aquí se cultivan. También, junto a su equipo ha trabajado para fortalecer la cooperación bilateral en áreas tan vitales como la salud, educación, agricultura, turismo, manejo sustentable del agua e innovación.
Otro logro puntual es que cada año, en nuestro terruño recibimos más de 500 visitantes, en su mayoría procedentes de Tel Aviv, la capital de Israel; ya sea por motivos de trabajo, ocio o celebración de bodas.
El intercambio cultural entre ambas naciones es permanente, muchos dominicanos han estudiado en Israel con la cooperación de la agencia MASHAV, de allá vienen a practicar béisbol. Otro acercamiento muy interesante se tendrá del jueves 24 de agosto al domingo 3 de septiembre cuando se desarrolle la Feria Internacional del Libro en la Plaza de la Cultura con Israel como país invitado de honor.
El embajador Daniel Biran no duda en asegurar que República Dominicana es un país con grandes oportunidades y perspectivas de seguir en ascenso.
Uno de los logros que más le han llegado al corazón fue la adopción del orfanato El Faro Niño para Cristo, ubicado en Alma Rosa; que acoge un promedio de 20 infantes huérfanos de entre 6 y 17 años, a quienes la embajada apoya brindándoles alimentación, ropa y esparcimiento.
En el plano personal, deja muchos amigos, por eso, con alegría le escuchamos exclamar ¡voy a regresar! Con esa expresión sincera, testifica el profundo agradecimiento que siente por esta nación que le ha acogió con los brazos abiertos; y que por supuesto, le espera.
“Les aseguro que República Dominicana siempre estará en mi corazón. Estaré viniendo de manera constante porque en estos cinco años he ganado muchos amigos”, dijo con su español bastante fluido.
Esta expresión de cariño es recíproca porque antes de decirnos ‘hasta luego’ recibió manifestaciones de agradecimiento de forma presencia; así como mensajes a través de las redes sociales.
Finalizamos este escrito recordando la frase que pronunció en enero de este 2023 “Este país es un regalo de Dios que enamora a los turistas”. En sus propias palabras “esta frase la testifico desde el corazón porque el pueblo dominicano es amable, alegre, simpático. No tengo duda, este país caribeño es un regalo de Dios”.
Daniel Biran culminó su misión diplomática, pero se queda como un entrañable amigo, que República Dominicana siempre esperará con los brazos abiertos.
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