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Doña Atala Santoni de Incháustegui

Doña Atala Santoni de Incháustegui

El infinito hace más grande a quien vivió para enseñar.

Aunque no fui alumno del Colegio Santa Teresita, siempre tuve muchos amigos y conocidos que se formaron allí y era como una tradición, escuchar con orgullo decir: "Yo estudié en el Santa Teresita", por lo que mis sentimientos estaban en lo correcto y así me lo ha confirmado en el tiempo.

Cuando tuve la oportunidad de conocerla, ser su amigo y recibir su afecto en cada uno de nuestros encuentros. La historia se inicia a principio de la década del 2000 , cuando muchos cambios positivos sucedían en mi vida, pues iniciaba mi taller de modas , en la Plaza Castilla de la Abraham Lincoln , siendo mi vecina la estilista Leddy Fernández , quien contaba con un selecto grupo de clientas , muy conocidas , educadas y personas de bien , que acudían allí , en búsqueda de sus magníficas manos y su buen manejo sobre el pelo , corte , color y estilo de sus clientas y clientes entre los que me encontraba hasta cuando aconteció el cierre de su negocio, una de las cosas que más he lamentado.

Allí , junto a su amada hija , mi gran amiga y seguidora de las huellas de su madre , sus tías y su abuela , continuó el legado de la educación y la formación de bachilleres, como legado al país , llevando el Santa Teresita 9 décadas de tradición educativa en la nación : Amalia Incháustegui de Hernández , nieta por la vía paterna del insigne poeta y maestro Don Héctor Incháustegui , cuya historia , también ya está escrita con honor , en las letras y la literatura nacional . Pero de Casta les viene el Garbo , como bien dice el refrán , porque de las Roques Martínez, es mucho el prestigio , lecciones de sabiduría y faltarían páginas a cualquier libro .

Doña Atala Santoni de Incháustegui y quien esto escribe hicimos conexión afectiva al instante y para siempre , primero por mi profesión y el gusto de ella por los vestidos y sus lindos comentarios , que siempre hacía de los trajes que por años he confeccionado para su hija Amalia y su querida nieta María Amalia . Me contaba Dña Atala de los que para ella hacía en su momento , la encantadora Maestra de la Moda María Elena Perdomo , tanto para sus salidas , con su esposo , ido a destiempo el recordado doctor Sergio Incháustegui , quien fuera un reconocido pediatra , de mucho aprecio también en generaciones del país .

Anécdotas del Colegio, sus reuniones con sus ex alumnos y el orgullo con que narraba episodios familiares y su paso de la religión Católica al movimiento de Nueva Renovación Cristiana, por convicción personal, de que la Fe, no se encuentra en un hombre determinado, sino en las Sagradas Escrituras y el uso de la palabra en el accionar de nuestras vidas. Predicar con el ejemplo y hacer el bien, con propósito firme. En sus últimos años , visitas ocasionales al Colegio , ocupaciones que la hacían sentir regocijada , jugar canasta con sus amigas del alma , en el Country Club , visitar el Templo El Calvario , reuniones esporádicas con sus primas y recibir en vida , tal y como fue , el afecto de generaciones que encontraron en la luz de sus enseñanzas , el camino hacia una vida bendecida y el camino correcto , del servicio , tal como eran sus deseos .

A través de las anécdotas de muchas de ellas , como mi vecina Rosa Celia Canto , la gran artista Cecilia García , Nelly Mota , Milagros Germán y muchas otras , descubría una persona encantadora , noble , de bondad , respeto y consideración , que así lo proyectaba , sin dejar de corregir lo que no estaba bien , condición infaltable en una maestra de su estirpe .

La Pandemia nos separó físicamente, todos dejamos el salón y ya no veía a Doña Atala , llegar a hacerse su tradicional Chignon recogido a la nuca , sobre sus hebras , ya blancas en sabiduría y linaje de bondad . Sus uñas de un rosa suave, con ternura de abuela amorosa.

Así llegó , a través de un síntoma fatídico , el diagnóstico final , que con amor impoluto , cubrieron con cuidados sus tres hijas : Amalia , Cristina y Victoria , sus hijos políticos , nietos y todos aquellos , que de una forma u otra , aún en la distancia , orábamos por su recuperación , prácticamente imposible , pero inspirados en la Fe , la que mueve montañas y testimonia milagros .

No pudo ser y así, rodeada del amor de los suyos, se fue en paz, como lo fue en su vida. Sin tormentos, con dolor por su partida, pero aliviados por la esperanza de su reencuentro con El Padre Eterno y dejando un legado de virtud, que la harán eterna, entre todos los que tuvimos el privilegio de conocerla y tratarla. Luz a su alma y tomando prestadas las palabras inspiradoras de su hija AMALIA : "Valiente Guerrera y Vencedora en Cristo hasta su último suspiro ", Hasta siempre inolvidable DOÑA ATALA-

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