Pekín.-
El movimiento de tierras, de grandes dimensiones, tuvo lugar a última hora de ayer en el lugar donde se realizaban las tareas de rescate, en las que en ese momento participaban más de 900 personas, recoge la agencia oficial de noticias Xinhua.
El presidente chino, Xi Jinping, pidió que no se escatimen esfuerzos para encontrar a las personas atrapadas y ayudar a las víctimas, así como una investigación a fondo de las causas del accidente, indica por su parte el diario Global Times. Por ahora, el balance es de dos muertos, seis heridos y 53 desaparecidos.
Un trabajador de la mina declaró a medios locales que la mayor parte de las personas atrapadas son conductores de excavadoras y camiones, y que se están empleando drones para calcular el tamaño exacto del área colapsada.
El suceso ocurrió tras el hundimiento de al menos 400 metros de superficie del lugar durante la tarde del miércoles en una mina a cielo abierto en la comarca de Alxa.
Según diferentes medios locales, la mina de carbón había sido sancionada por acceder a una toma de agua sin los permisos requeridos, además de no colocar las señales de advertencia pertinentes en la zona.
Los pozos de carbón -material con el que China genera en torno a un 60 % de su energía- siguen registrando una alta siniestralidad en el país asiático, aunque en los últimos años el número de accidentes mortales se ha reducido de manera significativa.
En marzo del año pasado, catorce mineros que quedaron atrapados por más de una semana tras un accidente en una mina de carbón en el sur de China fueron hallados sin vida por los equipos de rescate.