Isabel Preysler, una de las referentes de la crónica social española, luce un buen físico a sus 63 años, una hazaña que ha conseguido gracias a su "curiosidad" por el mundo de la cosmética, en el que se embarca ahora con una nueva aventura empresarial que le ha llevado a lanzar su propia línea de belleza.
Madrid.- "He probado cientos de productos a lo largo de los años intentando encontrar aquel que reuniese todo lo que yo buscaba, y ante las dificultades de conseguirlo, investigué la posibilidad de crear algo propio", ha señalado la "socialité" en un comunicado.
La mejor embajadora de firmas como Porcelanosa, Ferrero Rocher o Astor ha creado una línea de cosmética, "My Cream", que pretende reunir "los activos más fundamentales para cuidar la piel y combatir los efectos del paso del tiempo", una lucha que ella, de momento, parece haber ganado gracias a un estilo de vida "muy saludable".
Su primera línea de cosmética, disponible a partir de febrero en farmacias, nace después de "muchos años de experiencia en el uso de los cosméticos más pioneros del mundo", e incluye varios tratamientos elaborados en "prestigiosos laboratorios cosméticos" especializados en el desarrollo de productos para el cuidado de la piel.
Isabel Preysler (Filipinas, 1951) se ha mostrado siempre muy discreta al hablar de su vida privada, pero las idas y venidas de su familia todavía poseen un lugar privilegiado entre las portadas de la prensa rosa española, que la ha distinguido como un ejemplo de elegancia, educación exquisita y buen gusto a la hora de vestir.
Preysler saltó a la palestra pública gracias a su boda, en 1971, con Julio Iglesias. Su deseo siempre ha sido mantener a todos sus hijos al margen de su mediática vida sentimental, aunque algunos de ellos, en especial sus hijas Tamara Falcó y Ana Boyer, y su hijo, Enrique Iglesias, también despiertan la curiosidad de los medios.
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