De acuerdo a DFC Intelligence, una firma de análisis de datos, en el mundo hay un total de tres mil 100 millones de gamers registrados. De los cuales el 48% juegan desde una PC, lo que significa que hay cerca de mil 500 millones de gamers que emplean su computador personal para esta actividad, mientras que sólo el 8% usa consolas.
Por su parte, la inversión en videojuegos móviles, diseñados para celulares, incrementa año con año, muestra de ello es que el gasto total en este sector alcanzó los 22 mil millones de dólares sólo entre enero y marzo de este año, según el más reciente reporte de Data.ai. China, Estados Unidos y Japón lideran este mercado, mientras que algunos países de América Latina como México, Colombia, Chile y Brasil han duplicado su inversión en juegos móviles.
En Centroamérica, la situación no es muy diferente, de acuerdo con el informe Target Group Index (TGI), sobre hábitos de consumo, cuatro de cada 10 centroamericanos tienen videojuegos y el 19% poseen al menos dos consolas de marcas diferentes. Lo que habla de la diversidad de este mercado.
Ahora bien, para que esta industria no pare de crecer se requiere que todos los usuarios que juegan por diversión y quienes dedican su vida a ello se sientan seguros a la hora de interactuar con otras personas y de ingresar sus datos en las diferentes plataformas de compra o actualización de los videojuegos.
En esta línea, el trabajo que se lleva a cabo desde la Cultura Abierta de Red Hat garantiza la tranquilidad y confianza de los usuarios de los videojuegos. De hecho, contamos con Red Hat Arcade, una sala virtual que presenta una colección de juegos gratuitos de Código Abierto creados por Red Hatters.
Esta serie de juegos toma como base la ideología de Código Abierto lo que se traduce en contribuciones de arte, música e ideas por parte de otros creadores y jugadores, quienes realizan aportaciones con las que hoy estamos creando el futuro de esta industria.
Además el software de Código Abierto facilita la modificación y la mejora continua debido a que su código fuente está disponible públicamente, lo que permite que los jugadores lo adapten para que se ajusten a sus preferencias.
Acogerse a un enfoque de Código Abierto para los videojuegos significa reconocer que las reglas se pueden construir entre todos y no siempre tienen que ser permanentes. Asimismo, se trata de una dinámica que permite disfrutar del poder de esta industria desde una perspectiva abierta, que dota al usuario de confianza y libertad para decidir la forma en la que quiere jugar, abriendo paso a nuevas experiencias.
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