Lunes 27
Grandes Intérpretes
Grigory Sokolov interpreta a Haydn y Schubert desde el Palacio Esterházy.
La Sala Haydn del Palacio Esterházy en Eisenstadt es el escenario ideal de este recital en vivo del pianista ruso Grigory Sokolov, grabado el 10 de agosto de 2018.
El repertorio ha sido elegido acertadamente teniendo en cuenta la ubicación: Aquí, a medio camino entre Viena y la frontera húngara, Joseph Haydn pasó más de tres décadas sirviendo como maestro de capilla de los Príncipes Esterházy.
El otro compositor, también asociado con Eisenstadt, es Franz Schubert. En 1828, junto con su hermano Ferdinand, el compositor emprendió una peregrinación a pie de tres días para visitar la tumba de Haydn en Eisenstadt. En la segunda parte del recital, Sokolov interpreta los Cuatro Impromptus de Schubert, D935, escritos un año antes de su prematura muerte.
Martes 28 / Viernes 1
A Plena Voz
El ciclo de canciones Les nuits d'été (Las Noches de Verano) consta de composiciones que Hector Berlioz escribió para poner en música seis poemas de su amigo Théophile Gautier conectados por el tratamiento de los temas de amor y pérdida.
Completado en 1841, originalmente eran para una mezzosoprano o un tenor solista con acompañamiento de piano, pero después de haber orquestado "Ausencia" en 1843 para su amante y futura esposa, María Recio, Berlioz hizo entonces lo mismo para los otros cinco, transponiendo las canciones segunda y tercera a tonos más bajos.
Escucharemos Las Noches de Verano de Berlioz en la voz de una de sus grandes intérpretes, la francesa Régine Crespin. Además, selecciones del Haroldo en Italia de Berlioz y el poema sinfónico La Mer de Debussy interpretado por la Orquesta del Festival de Lucerna bajo la conducción de Claudio Abbado.
Miércoles 29 / Sábado 2
Sinfonía
El director Manfred Honeck interpreta la Quinta Sinfonía de Shostakovich al frente de la maravillosa Orquesta Sinfónica de Pittsburgh.
Jueves 30
Novedades Discográficas
Domingo 3
Teatro Nuevo
Recordamos al compositor y pianista francés Erik Satie, quien hace 97 años murió a la edad de 59 años en Arcueil, un suburbio de París.
Las excentricidades en la música de Satie no eran una pose artística: era un hombre genuinamente extraño. Sus hábitos personales incluían comer únicamente comida blanca, usar trajes idénticos de terciopelo gris todos los días y llevar un martillo con él en sus largas caminatas diarias, "por razones estéticas".
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