Aunque quiso vivir a su manera, el texto de Herbert Morote, hace de ella una auténtica feminista, cuyo discurso aún sigue vigente en este siglo, porque tal como ella, es el pensamiento femenino de la actualidad. El autor resume en esencia una vida de una mujer que no se resiste a ser juzgada y que sin prejuicios de ningún tipo, admite deslices, infidelidades y sin excusas aparentes, se justifica.
Nueva vez Cecilia García, Diva del espectáculo Dominicano, no se traiciona a sí misma, seleccionando a su altísimo criterio, una obra cuyo fondo se asemeja de manera estelar a la forma de su sentir, consiguiendo una puesta en escena impecable.
Su director fetiche, conocedor al dedillo y admirador de su estilo, logra extraer de ella sentimientos íntimos, que transmutados en la voz de alma, se confunden con situaciones inherentes a cualquier mujer. Carlos, sagaz y artista formado en el teatro, no deja espacios para los sueños, sino vivencias compartidas de una mujer cuyos propósitos, en la vida con Mahler, era ser necesaria, feliz y parte de su agenda, la cual ella manejaba a la perfección.
Cecilia convenció y se crece en la escena, dispuesta en magnífica ejecución por Monica de Moya y José Miura, en medio de una mudanza, también la artista protagoniza otra mudanza interior, cuál catarsis, frente a un joven periodista, cuyo personaje en las sombras, asume Mario Arturo de manera eficiente y acorde. El director Carlos Espinal, que además es actor de grandes reconocimientos en su oficio, conoce a la perfección a su Estrella y sin exponerla, logra en ella matices y ribetes de alta categoría, sin sobrepasar los límites de todo buen ejecutante.
Las luces, la banda sonora, junto a un equipo completo, compuesto por el Maestro Dante Cucurullo, Ernesto Báez, Amaury Esquea, Katty Casado, Karoline Beckerd, que logró una poderosa imagen, donde José Navarro y Leonel Lirio, aportan con experiencia a la imagen color rosa Malva, de una dama discreta, pero íntimamente apasionada, que como La Mahler, debutó en Viena, entre la realeza y la clase artística mejor nombrada para aquel entonces.
Si algo tiene de notable, el excelente texto de Morote, es la gran cantidad de notables nombres, de los años 20, 30 y 40, intelectuales, pintores, músicos, escritores, psicoanalistas, filósofos y escritores, que han dejado su impronta en cada especialidad.
Por lo qué aprendemos aún más, disfrutando a la vez de una memorable actuación y una magnífica producción teatral, que se estrena en La República Dominicana, pero de seguro alcanzará otros grandes escenarios en el ámbito teatral internacional.
Alma Mahler sin duda alguna, logrará ser recordada más allá de la Novia del Viento, por su sentir ante su feminismo, sus rechazos a la inclusión, al machismo y a todo lo que margine, de alguna forma, la capacidad de cualquier mujer, llámese como se llame. Aplausos para Primera Memoria, por traernos siempre calidad, actualidad y magníficas propuestas a quienes gustamos de los buenos espectáculos.
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