Santiago de Chile.- Estaba previsto que la votación de los mismos tuviera lugar a lo largo del día, pero la longitud de las intervenciones -una constante en este foro- hizo que se retrasara a la madrugada del sábado. Se trata de la deliberación del informe de la comisión de Sistemas Políticos, una de las siete instancias temáticas del órgano constituyente y la que decide aspectos decisivos sobre el poder ejecutivo, legislativo y el sistema electoral.
Fuentes en el seno de la propia Constituyente señalaron a Efe que dada la complejidad de muchas de las propuestas y de las opiniones divergentes y distantes de los convencionales, lo más probable es que solo avancen un diez o quince por ciento de ellas y que el resto queden para una segunda vuelta.
Las que más opciones tienen de alcanzar el consenso son las relativas a plurinacionalidad y paridad, el papel del presidente y la acción de los partidos políticos, agregaron. Mientras que entre las más atascadas sobresalen el diseño de un Poder Ejecutivo formado por un presidente, un vicepresidente y un ministro de Gobierno. La posible supresión del Senado o la sustitución del actual Parlamento por un Congreso Plurinacional y un Consejo Territorial, remarcaron.
Todas estas propuestas muy probablemente regresen a la comisión para una segunda redacción, algo que los convencionales ya decían esperar.
POSICIONES ALEJADAS
Uno de los más beligerantes fue este viernes el diputado del Frente Amplio (FA), Jaime Bassa, quien aseguró que la comisión ha fracasado ye instó a votar en contra de todo, excepto en lo relativo a la paridad y la plurinacionalidad.
"Es muy difícil mover esa inercia porque detrás de esa inercia hay instituciones que tienen décadas, siglos, ejerciendo el poder en nombre de otros, no en nombre nuestro", subrayó. Patricia Politzer (INN) defendió, por su parte, que el informe presentado está incompleto, y "no es todavía el engranaje impecable" que se necesita. "Sin duda, tenemos mucha tarea pendiente en nuestra comisión", dijo.
Mientras que el socialista Claudio Gómez insistió en que lo que se busca es dar "más poder para las regiones, no menos. Lo anterior no implica mantener el Senado o proponer una cámara espejo, es necesario avanzar hacia un bicameralismo asimétrico".
Marcela Cubillos (UDI) responsabilizó directamente al presidente Gabriel Boric, al que le acusó de querer establecer un régimen a su medida y le recordó que "la democracia requiere controles y contrapesos que estos artículos debilitan y eliminan". "Ya ni siquiera basta refundar, ahora se trata de renegar de Chile, de sus instituciones y su historia. Esto hace este engendro de sistema político, que de hecho no sorprende", concluyó.
LARGO CAMINO
Para que las normas de este documento formen parte del borrador final de carta magna deberán sortear dos votaciones con un quórum de dos tercios del órgano: una en general, y otra en particular, donde se analiza cada artículo de forma pormenorizada.
Entre las 96 normas que componen el documento destaca la idea de sustituir el Senado por otra cámara, una iniciativa que nació de un acuerdo entre la izquierda y la centro-izquierda, que representan la mayor parte de la comisión y de la convención.
Para sustituir la Cámara Alta hay dos propuestas: una, cambiarla por una Comisión Territorial, con menos atribuciones y con el mismo número de parlamentarios por región; otra, sustituirla por una Cámara territorial, con funciones similares (una idea que cae mejor entre la derecha).
La Convención, de tendencia progresista y con un gran número de ciudadanos independientes, tiene la tarea de redactar la primera carta magna que emana de una proceso plenamente democrático en Chile.
En caso de aprobarse en un plebiscito de salida -previsiblemente en 2022-, el texto sustituiría a la Constitución actual, heredada del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) y considerada por muchos como el origen de las grandes desigualdades del país por su corte neoliberal.
El proceso constituyente nació como vía política para desarticular la ola de masivas protestas que comenzó en 2019, una crisis que dejó una treintena de fallecidos, miles de heridos y removió los cimientos de Chile, uno de los países más estables de América Latina.
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