Nueva York.- El "Concierto por Ucrania" fue interpretado por la orquesta y coro de la Met Opera, dirigidos por Yannick Nétez-Séguin, y contó con la participación de las sopranos Lise Davidsen y Elza van den Heever, entre otros solitas, que interpretaron obras de Verdi, Beethoven, Richard Strauss o Samuel Barber, además del ucraniano Valentin Silvestrov.
Pero quien se llevó la más sentida ovación de la noche, antes incluso de empezar el concierto, fue el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, convertido en la cara de su país en Nueva York por sus constantes intervenciones en el Consejo de Seguridad para denunciar el ataque ruso contra su país.
Entre el público que abarrotaba los 3.850 asientos de la Ópera se pudieron ver varias banderas de Ucrania que ondearon al final del acto, además de que el teatro había colocado sobre la orquesta una enorme bandera de ese país y había iluminado el exterior del edificio con el azul y amarillo esa enseña nacional.
Uno de los momentos más emotivos de la velada fue cuando el coro cantó el "Va pensiero" de Nabuco de Verdi, tal vez porque muchos tenían presentes una de las escenas de la guerra, cuando algunos integrantes de la Ópera de Odesa se reunieron en plena calle, con un frío glacial, para cantar esta canción símbolo de la lucha de un pueblo oprimido.
El concierto, que había comenzado con la interpretación del Himno de Ucrania y todo el público puesto en pie, terminó con la última pieza de la Novena Sinfonía de Beethoven, aunque el tono optimista del conocido como "Himno a la Alegría" no casaba con el ambiente sombrío traído por las noticias de la guerra.
La recaudación total del concierto ha ido destinada al ministerio de Exteriores de Ucrania: además de los 25 dólares que costaba cada entrada, la Met Ópera ha puesto a disposición del público una cuenta para hacer donaciones voluntarias que tendrán el mismo destinatario.
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