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Olimpiadas de Tokio 2020: una mirada hacia la sostenibilidad
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Olimpiadas de Tokio 2020: una mirada hacia la sostenibilidad

viernes 13 de agosto de 2021, 15:14h
Artículo de Ana Patricia Láng, especial para Diario Hispaniola

Con un año de retraso por el COVID-19, se llevaron a cabo los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Lo primero que hay que decir es que conservaron su nombre original como un recordatorio de un hecho histórico. La relevancia de este dato se debe a que el país anfitrión desde su planificación se ha mostrado respetuoso con la humanidad, pues si bien se trata de una fiesta deportiva no podemos olvidarnos de lo que ocurre en el mundo.

Precisamente, en la búsqueda de esa coherencia, el comité organizador de los Juegos Olímpicos decidió impulsar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el propósito es aprovechar la visibilidad del evento para dar ejemplo a los ciudadanos y países del mundo de acciones concretas que contribuyan a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Bajo el lema “Ser mejores, juntos. Para el planeta y la gente.” Tokio 2020 resume su mirada hacia la sostenibilidad, tomando en cuenta la dimensión ambiental y social que esta abarca; no se trata solo de apostar por lo ecológico, sino también crear un entorno más igualitario.

Estas Olimpiadas marcan un hito importante posicionándose como la más ecológica y con mayor paridad de género en la participación. Según las cifras oficiales casi el 49% de los atletas que compitieron son mujeres y el programa de competición fue diseñado para que los eventos femeninos y masculinos tuvieran la misma visibilidad, adicionalmente se incluyeron nueve eventos mixtos para llegar a un total de dieciocho, de esta manera se tiene un impacto significativo en la reducción de desigualdades e igualdad de género.

Entre las propuestas ecológicas que pudimos ver se encuentran el diseño de las camas de la Villa Olímpica, las cuales están hechas con cartón reforzado y serán recicladas al finalizar. Las medallas entregadas fueron elaboradas con productos electrónicos reciclados, los podios se hicieron con plástico reciclado y la antorcha olímpica tiene un 30% de aluminio reciclado.

Otro dato importante es que la energía utilizada en las sedes de las competiciones es de fuentes 100% renovables, además el 60% de estas sedes ya existía, lo que reduce significativamente el impacto que ocurre en la construcción de nuevos espacios.

Por otra parte, con el propósito de garantizar la sostenibilidad en la cadena de suministros se creó el “Código de Abastecimiento Sostenible de Tokio 2020”, de esta manera se promueve la producción y consumo responsables.

En lo social también es necesario destacar la participación por segunda vez en la historia del Equipo Olímpico de Refugiados, una delegación conformada por 29 atletas, son la representación de la grave crisis que atraviesan sus países, concienciando sobre la situación de más de 80 millones desplazados en el mundo, ellos son testimonio del trabajo pendiente que tenemos como sociedad, pero también son ejemplo de coraje y perseverancia.

A pesar de todas las acciones que hemos mencionado se estima que la huella de carbono sea de aproximadamente 2,73 millones de toneladas de CO₂, es prácticamente imposible que un evento de estas magnitudes logre emisiones 0, pero nos han dejado una gran enseñanza, y es que es posible buscar soluciones innovadoras a los problemas del mundo, de hecho, ya París se ha fijado una meta ambiciosa para la cita de 2024, lograr 1.5 millones de toneladas de CO₂.

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