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Jardines Coloniales: Detalles del Paraíso

domingo 30 de noviembre de 2014, 00:33h
El jardín Colonial es un hortus conclusus, el "jardín confinado" heredado de la edad media, aunque en el caso de Santo Domingo proviene de los ocultos patios de la España Morisca. Aquí no has de encontrar extensiones de hierba de gran alcance, ni macizos de flores, ni bosquecillos de palma, ni un lejano horizonte fundiéndose con el mar.

  • Amadeo Anselin


  • Carlo Reyes


  • Foto : Carlo Reyes

 por Hoyt Rogers  
Santo Domingo.- El espacio limitado no admitiría este tipo de hipérbole, pero tampoco la estética de dichos jardines. Sin importar sus escalas, los jardines como patios españoles, se encuentran formados por una serie de detalles. El verdor podría acurrucarse en un patio de trabajo donde los colores de la ropa puesta a secar se añadirían al decorado; o una exuberante buganvilla podría coexistir con un suape y una silla de plástico. 

En jardines más grandes, los muros hechos de piedra, estuco, o de ladrillo envejecido son hermosamente transformados por el crecimiento orgánico. Flores y enredaderas abrazan los planos verticales hasta hacerse uno, convirtiendo una masa mineral en una escultura vegetal. Pero no importa cuán dramáticas sean sus más amplias perspectivas, un jardín confinado siempre termina en una serie de escondrijos. 

No causa sorpresa, incluso cuando se representan terrazas amplias, que las fotografías de este libro se enfoquen más en lo particular que en el todo: un singular ramillete de hojas en una maceta o una cabeza cubierta de musgo. Al igual que en un diálogo, acá la precisión de los puntos de vista cuentan más que la temática general; y no hay un lugar más ameno para charlar que el patio con las sillas agrupadas en una acogedora esquina. 

Esa sensación de sereno refugio se acentúa con el "paisaje prestado", así llamado por los jardineros japoneses, ubicado por encima y más allá de los muros. Enormes árboles que asoman de la casa del lado, fachadas medio visibles o iglesias antiguas a la distancia, potencian la sensación de que nos encontramos en un retiro en miniatura: una isla verde como una joya. 

Los apacibles e íntimos momentos que pasamos allá nos recuerdan que las palabras persas que definen "jardín tapiado" conforman la raíz de la moderna palabra "paraíso". 
Texto del libro "Patios" Ciudad Colonial de Santo Domingo
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