Ginebra.- 50 países ya han ratificado el Protocolo sobre trabajo forzoso, demostrando su determinación de acabar con el trabajo forzoso en todas sus formas. Se han comprometido a prevenir el trabajo forzoso, a proteger a las víctimas y a garantizar su acceso a la justicia y a los recursos.
El Protocolo sobre Trabajo Forzoso es un instrumento jurídicamente vinculante que requiere que los gobiernos adopten medidas para luchar contra la esclavitud moderna en todas sus formas. Actúa en tres niveles: prevención, protección e indemnización.
Tratándose de un tratado internacional, es necesario que los países lo ratifiquen para que entre en vigor. Una vez ratificado, los países deberán informar regularmente sobre las medidas concretas adoptadas para poner fin a la esclavitud moderna.
Fuente: Naciones Unidas México