Su construcción se orientó a material en su máximo esplendor el lujo y la ostentación, por ello el coste del proyecto -financiado por el gobierno- superó los 2.500 millones de euros. En la actualidad el hotel está gestionado por una cadena hotelera suiza y el precio de las habitaciones suele ir desde los 300 euros la más modesta, a los 11.000 de la suite presidencial. El hotel cuenta con 394 habitaciones de las cuales 92 son suites de lujo. Además, posee 6 suites presidenciales reservadas a los grandes magnates y miembros de la realeza. En una de ellas se aloja el Rey Juan Carlos I.
La ubicación estratégica, con playa privada y unas vistas de la ciudad exclusivas, son otro de sus mayores reclamos. Como dato curioso habría que apuntar que también posee un helipuerto para que sus clientes. En cuanto a sus instalaciones, la mayor parte de las habitaciones cuentan con terrazas con vistas envidiables.
Los salones y rincones están planteados para transportar al huésped a un entorno en el que no falta la ostentación y el lujo elevado a la máxima potencia. La decoración de los baños recuerda a los Spa árabes, tan populares en oriente. La mayoría además posee bañeras de hidromasaje. Mármol, oro y piedras semipreciosas son algunos de los materiales protagonistas en la decoración de sus estancias donde no faltan las cortinas y sábanas de la seda más exclusiva.
Posee también Spa, baño turco, saunas y varias salas de masaje donde se respira relax en cada rincón. Otro de sus puntos fuertes son las instalaciones exteriores, donde se encuentra una piscina de gran tamaño, otra que simula la corriente de un río y un parque acuático. También posee un campo de golf, pista de tenis y squash, otra para pasear en bicicleta, cancha de baloncesto; y cómo no, múltiples jardines en los que pasear.
Fuente: Desarrollo
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