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Solo se vive de milagro.
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Solo se vive de milagro. (Foto: Alfonso M. Becker)

Solo se vive… de milagro

Por Alfonso M. Becker
jueves 05 de noviembre de 2020, 19:45h
Es ridículo… Estás rodeado de pantallas, teléfonos inteligentes y redes sociales tóxicas que solo te ofrecen basura ideológica salpimentada de falso humanismo y de podredumbre moral. ¡Estás más solo que nunca!
Seguro que es el expresionismo alemán de Friedrich Wilhelm Murnau el que determina la puesta en escena de una vida de cualquiera de nosotros en esta triste situación impuesta por el peor virus que existe en este mundo.

No… no es ningún agente infeccioso microscópico, esos que siempre han existido y siempre existirán, mientras sea posible la vida en este planeta; la vida tal como la conocemos hasta que este hogar, de manipuladores y estrafalarios politicastros, se estrelle contra el sol.

Es el destino de esta basura humana. La muerte en el dantesco infierno de su avaricia y de su malvada actuación mientras las desesperadas familias sobreviven con el exiguo maná de sus migajas.

Mira y observa detenidamente la cara con una asquerosa mascarilla de los que sufren la miseria orquestada por esa toxina que se erige como Ministerio de la Verdad Indiscutible cuando se trata de un simple y vulgar edificio destinado a transmitir la gonorrea y la sífilis republicana de apariencia revolucionaria.

La perversa mancebía de los que han tomado el poder para que la farsa política de matar reyes, tenga valor dramático cadavérico; y para que sea punto de referencia de las peligrosas masas contenidas en la granja del consumo.

Mira la tristeza del rebaño enmascarado. Ninguna mujer se parece a Bonnie Parker apretando el cañón de un revolver contra las fosas nasales del farsante bolivariano liberador de masas oprimidas.

Y ningún hombre parece hombre, decía Clyde Barrow, cuando pasea su dolor con ese bozal impuesto para la gran representación orquestada por la chusma policial del ministerio para doblegar a los indefensos ciudadanos mediante el miedo.

Ningún hombre y ninguna mujer parecen humanos cuando no tienen nada que llevar a la mesa de su familia. Menos aún embozados por el venenoso discurso de los mentirosos que hablan de liberación a los que encadenan.

El cine mudo de Wilhelm parece no hablar, pero lo dice todo mirando el gesto y sirviéndose de tristes personajes que son, por obra de un Dios supremo, la esencia de la tragedia humana. La mirada triste detrás de una mascarilla de quirófano lo dice todo…

Pero llegará el día de los ajustes de cuentas. Parece un día más en el santoral, sin embargo, está lleno de ideas creativas sobre el “Megavirus socialista” descrito por el mejor periodismo que se concentra y sobrevive en los suburbios de Washington.

Son los únicos que defienden al presidente Donald Trump; todos sufren el desprecio de los mafiosos propagandistas de un socialismo de opereta del The New York Times y del Washington Post; son los polizontes de estos dos periódicos los que promueven la dictadura nacional-socialista de Obama y de los Clinton.

En España los “comisarios políticos” que destruyen el país con sus mafias; mil veces más dañinas para la gobernanza que cualquier otra camarilla corrupta de la derecha tradicional. Ese es el virus peligroso que contagia la corrupción entre los malhechores bolivarianos.

Los rusos tienen su “Pithovirus sibericum” que es el clásico oligarca violento y asesino pero muy distinto a los socialistas europeos que suelen ser más elegantes y maricones…

La política de Rusia, hoy, es el resultado de un gigantismo tóxico del Kremlin al revivir al bicho más peligroso de la política desde el imperio soviético, descongelado del permafrost. No me refiero al presidente ruso, sino al sistema político del legendario gran Ducado de Moscovia.

Estos son los virus más peligrosos que atacan a los hombres y mujeres libres, despojando de sus derechos a todos los ciudadanos, esquilman el tesoro público, se hacen multimillonarios y han decidido no compartir su inmensa fortuna acaparada, con la piara ciudadana que se revuelca en la miseria de su pocilga, con mascarilla...

Es el expresionismo alemán que llega a los Estados Unidos y muestra, al más grande país de la libertad y el progreso, que la cara lo dice todo, que ya nadie se impresiona por nada, que la realidad ha sido “enmascarada” por «expertos» acreditados por los comisarios políticos, para que el vulgo solo sea “creyente” de mentiras y falsedades…

El rebaño tiene cara, amigos míos; mira a los vecinos, mira a los niños y a sus madres enmascarados, mira a los viejos con el tapabocas, observen la suprema fealdad de la dictadura socialdemócrata que sube como la marea para inundarlo todo; mira el discurso irracional de los que desentierran cadáveres para vengar afrentas ideológicas de años, cuando el rebaño es incapaz de pedir justicia por crímenes de siglos.

Mira lo que han hecho con nuestros países estos farsantes; mira la soledad y la miseria de los que lo han perdido todo; sus negocios expoliados, quemados y puestos en cuarentena, mientras suben los impuestos.

Parece que la vida continúa, sin embargo, la expresión de la amargura se deja ver en la cara de todos los miembros de la familia, de todos los vecinos, de todos los amigos, de todos los extraños que caminan por las calles como muertos vivientes con mascarilla, sin rumbo fijo. A la deriva…

Observa la pandemia política y a sus «expertos de mierda» así bautizados por un presidente americano asediado desde el primer día que llegó, legalmente elegido, a la Casa Blanca; mira a la turba de los linchadores porque ya están en Europa y tienen el propósito de destruirla.

Observa y aprende cómo caerán los farsantes de la llamada «izquierda» porque solo ellos se llaman así… No te confundas, lo tienes fácil han sido desenmascarados en Estados Unidos, pero los estadounidenses avisan que, en Europa, será mucho peor.

Estudia bien su palabrería porque “por la boca muere el pez” y nos quieren condenar a la locura existencial proponiendo la estética de lo feo, de lo transgénico, de lo estrafalario, de lo perverso, de lo aberrante, de los encierros, del confinamiento, de lo grotesco, y de lo desolado.

No olvides nunca que son profesionales de la maldad, que quieren el control del poder para quedárselo en propiedad y no traspasarlo ni transferirlo, nunca más.

Si no has aprendido nada de lo que le han hecho a Donald Trump y a la gran mayoría de estadounidenses, prepárate… porque te quieren encerrar a placer cuando les apetezca con palabrería apocalíptica y la retórica más deforme y asquerosa.

El objetivo no es otro que incomunicarte con el veneno de la exclusión, conducirte al territorio de la depresión, de la melancolía, de la más triste de todas las aflicciones; llevarte esposado hacia la alienación ideológica, al vacío existencial de las rede sociales.

Están preparando los apagones telemáticos para que no hables con nadie, salvo con tu pobre perro o con el canario enjaulado. Te están matando poco a poco, y te conducen hacia la enfermedad y hacia la muerte porque ya estás preparado y “cocinado” para comprender que tu existencia no tiene sentido.

Fritz Lang advirtió a los humanos del siglo XX que «solo se vive una vez» y, claro, la corrupción política lo impregna todo con la muerte, con el infierno de la injusticia… La cultura política del robo del Tesoro Público está a la orden del día.

Todo vale para enriquecerse con la política. Manipularlo todo hasta que nadie entienda nada y los ciudadanos se mueran de asco… Transitar por los vericuetos del crimen político y social es muy fácil: el coche oficial es tuyo, y las carreteras, despejadas de borregos, también.

El gran director de cine, Lang, señaló a Henry Fonda cuando le preguntaron en Hollywood sobre el sentido de la vida y su impecable dramatismo para explicarlo todo en el cine…

Hoy hubiera dicho que observes a tus pobres vecinos o que te mires al espejo con tu mascarilla puesta y comprendas quién eres y hacia dónde pretendes ir o llegar… No deberías olvidar que te han excluido socialmente los “revolucionarios” de pacotilla, te han puesto un bozal en la boca, y además te han confinado…

Pero en sus años más brillantes de lenguaje cinematográfico, popularizó su profundo manejo de la filosofía para transmitir un conocimiento sublime y hacerlo asequible a todos.

Explico que la vida es la lucha constante contra el perverso destino que nos preparan los políticos corruptos, la lucha contra la fatalidad, mantenerse siempre en pie ante la adversidad que nos ofrecen los manipuladores políticos con fantasías revolucionarias de salón…

Utilizó su lenguaje filosófico y poético para dejar claro que a los políticos hay que desenmascararlos, que lo importante es señalarlos y enfrentarlos
que el resultado de nuestra lucha no es lo importante…

No se pierdan, antes de morir, comprender el ridículo espectáculo que nos ofrecen los farsantes políticos a los que vota el rebaño…

Es de risa… Estás rodeado de pantallas, teléfonos inteligentes y redes sociales tóxicas que solo te ofrecen basura ideológica salpimentada de falso humanismo y de podredumbre moral. Estás más solo que nunca.

Lo importante es la rebelión, en sí misma, contra el Estado corrupto.

No hay una vida, ni dos, ni tres… Solo se vive de milagro.






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