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Pedro González Silva
Pedro González Silva

No entregues tu poder a otros

martes 23 de septiembre de 2014, 16:49h
Fuente: Por Pedro González Silva, para Miami Diario
Este lunes 22 de septiembre a las 10:00 de la noche, hora de Venezuela (23 de septiembre, 02:30 GMT) entra el Sol a Libra, y comienza un ciclo muy especial, cargado de fuertes e intensas energías esotéricas y espirituales, que marcan la segunda mitad del año astrológico y la llegada del equinoccio de otoño. Aunque el astro rey permanecerá en el signo de la balanza hasta el 23 de octubre, el influjo otoñal seguirá activo hasta el 21 de diciembre, cuando el solsticio de invierno nos traiga el Espíritu de la Navidad.

Así como el equinoccio de primavera (entrada del Sol en Aries) marca el inicio del año nuevo astrológico, el equinoccio de otoño (ingreso del astro rey a Libra) indica que entramos en la segunda mitad del año astral. La primavera (que ocurre aproximadamente el 21 de marzo) representa la fuerza del ego, de la individualidad, mientras que el otoño nos trae el declive del "yo", y el momento es propicio para ceder parte de nuestra personalidad en función de relacionarnos armónicamente con otras personas.

El Sol en Libra pierde sus cualidades esenciales y se coloca en una posición que astrológicamente se llama "caída", y que indica que el ego se debilita en este tiempo, para dar paso a que los demás sean el foco de atención para nosotros, que sintamos en carne propia el hecho de que sólo interactuando y dependiendo de las cualidades de otras personas, podemos realizarnos plenamente como seres humanos.

El tiempo de Libra es ideal para fortalecer relaciones con las demás personas, de equilibrar la balanza y que nuestros deseos personales no vayan en perjuicio de los otros. Sin embargo, esta cualidad debe tomarse con mesura, ya que el arquetipo de Libra puede llevarnos a desdibujar las personalidades de cada quien, en aras de ser aceptados por otras personas.

La bella cualidad librana de preocuparse por los demás, desarrollar las relaciones humanas y ceder en aras de un entendimiento, si es mal llevada puede anular nuestro propio yo, y convertirnos entonces en seres totalmente diluidos y a merced de los deseos de los demás.

El declive del ego que provoca el Sol en Libra puede traer excesiva dependencia de otros, demasiada atención al "qué dirán", y esto puede ocasionar indecisión, posiciones confusas que pueden llevar a proyectar una imagen hipócrita o acomodaticia, por estar demasiado pendientes de quedar bien con todos.

En tiempos de Libra, hay que hacer honor a su nombre, y equilibrar nuestra disposición hacia los demás, desarrollando a la vez el amor propio; debemos aprender a elegir lo que realmente deseamos, y a no sentirnos mal si en un momento dado estamos en desacuerdo con otras personas. Seamos individuos con disposición a relacionarnos y dar lo mejor de nosotros, pero no entreguemos nuestro poder interno a los demás; cada quien tiene cualidades únicas que deben brillar con luz propia.  

La fecha de Libra es un tiempo iniciático, es un ciclo donde los que siguen el camino espiritual hacen rituales para alcanzar grados más elevados de maestría; es un tiempo donde se activa el chakra "anahata", el punto energético que se asocia al corazón, a los sentimientos, a nuestro sistema inmunológico, pues de nuestro equilibrio emocional depende en gran medida nuestra salud.

El tiempo de Libra es propicio para que tomemos consciencia de nuestra misión en esta vida en relación con los demás: qué podemos ofrecer, en qué podemos ayudar, quécosa sabemos hacer que sea útil a los demás, pero sin anular nuestra personalidad, porque precisamente, más podemos ofrecer cuando tenemos una idea clara de qué somos y qué queremos, y eso nos lleva a valorarnos, para así valorar también a los otros.

El ciclo que comienza con el equinoccio de otoño y la entrada del Sol en Libra, cuenta con el halo energético de tres poderosos arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael.

El rector del Sol, es el arcángel Miguel, el protector; por consiguiente, si necesitas una sólida defensa, nadie mejor que él para mantenerte a salvo. Las legiones de Miguel, según nos relata la reconocida metafísica Elizabeth Clare Prophet, pueden construir un muro de protección de llama azul alrededor de ti, de tu familia y de tus seres queridos.

Solamente con decir "San Miguel Arcángel, ayúdame, ayúdame", lograrás que este ser de luz acuda a protegerte, y forme un escudo azul a tu alrededor para librarte de todo riesgo.

Gabriel, el rector de la Luna, es el arcángel de la anunciación, quien le anticipó a María el nacimiento de Jesús, y es el que anuncia el nacimiento de algo nuevo dentro de ti, del niño que llevas dentro y que renace con cada espíritu de la Navidad. Nos dice Elizabeth Clare, que Gabriel brinda guía para crear tu vida espiritual, y te revela tu misión y propósito en esta vida.

Bajo su llama blanca, puedes invocarlo para contrarrestar el desaliento y aumentar la alegría, la felicidad y la satisfacción. Él y sus legiones pueden ayudar a establecer la disciplina y el orden en tu vida.

El rector de Mercurio es Rafael, que puede ser invocado con su llama verde sanadora. Es el arcángel de la ciencia, la música y la curación. Él con sus legiones te ayudan a desarrollar salud, visión y la percepción espiritual.

Puedes invocarlo para que te ayude a curar el cuerpo, la mente, el alma y el espíritu, además de que interceda para resolver conflictos entre naciones. Rafael trae el don de la verdad.

Puedes prender una vela azul para Miguel, una blanca para Gabriel, y una verde, para Rafael, y solicitar su presencia en tu vida, para que te colmen con sus cualidades protectoras, reveladoras y curadoras.



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