Santo Domingo.- La compañía trae a escena los más representativos bailes
clásicos como "Don Quijote", "Cascanueces", "El lago de los cisnes", "La Bella
Durmiente" y "Corsario", entre otros que resaltará en su única función de gala
del sábado 23 de agosto, en la sala Carlos Piantini.
El
Ballet del Teatro Nacional de Praga, nacido en 1883, conserva una tradición de
peso, pero se encuentra en constante desarrollo. Durante toda su historia
varias personalidades han estado al frente de la compañía; donde a través de
los años se llegó a formar un repertorio compuesto de grandes clásicos y, una
vez cambiado el sistema político, de obras contemporáneas. Kylián, van Manen,
Cranko y Tetley no tardaron en entrar en el repertorio.
Augustin
Berger (1861 - 1945), bailarín, coreógrafo y reputado maestro de ballet de
varios teatros europeos y americanos (Dresde; Varsovia y Opera Metropolitana de
Nueva York) fue el responsable de crear los cimientos necesarios para que el
teatro contara con una agrupación de bailarines y una escuela de ballet. Su
trabajo influyó en toda una generación de jóvenes alumnos y bailarines "creando
escuela".
Berger
creía y enseñaba conceptos e ideas bajo un sentimiento integrador de real
importancia hacia el ballet. Se animaba a destacar, por ejemplo, un concepto
que hoy puede resultar básico pero no lo era para su época y varias veces fue
criticado por ese motivo.