Chile.- Decenas de personas portando una vela encendida y una flor se reunieron esta noche en la Plaza de Armas de Santiago, frente a la Catedral Metropolitana, con el fin de exigir justicia contra los sacerdotes que se han visto vinculados a presuntos casos de abusos sexuales al interior del clero.
"El encuentro busca reunir a todas y todos quienes creemos en una sociedad sin abusos de ningún tipo, en especial aquellos causados por miembros de la iglesia", señaló a los periodistas el vocero del grupo, Helmut Kramer.
Kramer, denunciante del sacerdote Leonel Ibacache, explicó que la flor representa a toda la gente "a todos los sobrevivientes que han fallecido en estos años esperando justicia, pero también representa a toda la gente que aún no se han atrevido a denunciar".
"Y la vela es para alumbrar lo que está pasando en este momento en Chile, especialmente con la oscuridad que ha tenido la Iglesia Católica frente a estos hechos", enfatizó.
Recordó que se le hizo una invitación al presidente Sebastián Piñera, para conformar una mesa presidencial "que investigue y acierte una verdad histórica" sobre todo lo que ha sucedido en Chile.
La convocatoria también tenía como finalidad protestar contra el cardenal Ricardo Ezzati quién estaba citado para este martes a declarar como imputado en la Fiscalía de O'Higgins por la presunta comisión de encubrimiento en casos de abusos sexuales en los que se ha visto envuelta la Iglesia católica chilena.
Sin embargo, el fiscal regional de O'Higgins, Emiliano Arias, quien dirige una de las investigaciones penales por delitos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia católica, "reagendó" este lunes la toma de declaración de Ezzati, sin especificar una nueva fecha.
Según Kramer, Ezzati es una persona que desde hace años sabía de muchos de estos abusos y que frente a esta situación el no hizo nada.
"De hecho, hay mucha de la gente de la red que estuvo con él y se sintieron abiertamente maltratados por su persona", aseguró el portavoz del grupo.
Sostuvo que la velatón "busca manifestar públicamente a las autoridades y la ciudadanía nuestra voz y clamor para que centren sus esfuerzos y acciones en la efectiva búsqueda de la verdad".
Desde que a mediados de junio el Ministerio Público comenzó con los allanamientos para conseguir información con la que espera dilucidar las decenas de casos abiertos contra miembros del clero, han sido varias sedes eclesiásticas las que han recibido la visita de las autoridades fiscales y de la policía.
Tres de ellas en la capital chilena, dos este mes de agosto y otra más el pasado junio, mismo mes que también se registró el obispado de la ciudad de Rancagua (a 90 kilómetros al sur de Santiago); y otras dos en julio en la sureña región de La Araucanía, en las ciudades de Temuco y Villarrica.
El último de estos allanamientos ocurrió el pasado 14 de agosto en la sede de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) en pleno centro de Santiago.
La Conferencia Episcopal de Chile hizo público a comienzos de agosto una lista en el sitio web con los nombres de 42 sacerdotes y un diácono condenados, por la Justicia civil o la canónica, por abusos sexuales a menores.
La Fiscalía tiene investigaciones abiertas sobre 38 casos, que involucran a 73 personas investigadas -sacerdotes diocesanos, de diversas órdenes y laicos-, y a 104 víctimas, la mayoría de ellas menores de edad en el momento de cometerse los hechos.
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