Brasilia, EFE.- "No serán los insultos
los que me van a intimidar, a atemorizar. Eso no me afecta, no perdí el ánimo
ni lo perderé", afirmó la jefa de Estado al pronunciarse en el acto de
inauguración del nuevo sistema de autobuses expresos de Brasilia y a pocos días
del inicio de la campaña para las próximas elecciones presidenciales en Brasil.
Pese a que se abstuvo de
pronunciar el tradicional discurso presidencial en la ceremonia de apertura del
Mundial para evitar hostilidades de los asistentes al estadio Arena Corinthians
de Sao Paulo, la mandataria fue abucheada en al menos cuatro veces,
especialmente cuando su imagen era transmitida por los televisores.
Parte de los asistentes llegó a entonar un
sonoro "Dilma, que te den por el culo" que fue escuchado no sólo en
el estadio sino en las transmisiones de televisión.
Los organizadores habían
informado de que Rousseff no hablaría en la apertura del Mundial pero sin más
explicaciones. El año pasado la presidenta fue abucheada en la apertura de la
Copa Confederaciones, en el estadio de Brasilia.
"No voy a dejarme
perturbar o atemorizar por insultos que no pueden ser siquiera escuchados por
niños y familias", aseguró la mandataria.
Rousseff lidera las
encuestas de intención de voto para las elecciones del 5 de octubre próximo
pese a que su candidatura a un nuevo mandato no ha sido postulada oficialmente,
algo que es dado como un hecho por el oficialista Partido de los Trabajadores
(PT).
La gobernante aseguró que no se intimidó ni
cuando fue violentamente torturada en prisión por un largo período tras ser
detenida por sus vínculos con organizaciones que combatían la entonces
dictadura brasileña (1964-1985).
"Quiero recordarles
que en mi vida personal enfrenté situaciones de mayor grado de dificultad. Situaciones
que llegaron al límite físico. Lo que soporté no fueron agresiones verbales
sino físicas", afirmó.
La jefe de Estado agregó que, pese a haber
soportado agresiones físicas "casi insoportables", "nada me sacó
de mi rumbo. Nada me sacó de mis compromisos ni del camino que me impuse".
Pese a que no atribuyó
los insultos a ningún sector específico, la presidenta afirmó que el pueblo
brasileño no piensa de esa forma ni actúa de esa forma y ni comparte lo
expresado por los insultos que recibió.
"El pueblo
brasileño es civilizado y muy generoso y educado. Pueden contar que no me
debilitaron. Pueden decirlo", agregó Rousseff, que, pese a que su
intención de voto ha caído en las últimas encuestas, aún es la favorita para
vencer las elecciones.
Según los últimos
sondeos, la intención de voto de Rousseff se sitúa en un 38 %, frente al 22 %
que obtendría su principal rival, el socialdemócrata Aécio Neves, que viene
ganando apoyo lentamente.
En tercer lugar en las
encuestas figura el socialista Eduardo Campos, a quien le atribuye una
intención de voto de cerca del 13 %.
En caso de una segunda
vuelta, que sería necesaria si ninguno de los candidatos supera el 50 % o no
acumula más votos que todos sus rivales juntos, las encuestas también muestran
a la jefe de Estado como favorita.