El sargento Bowe Bergdahl, quien fue
prisionero de guerra de los talibanes durante casi cinco años, fue sometido a
torturas y recluido en pequeños espacios tras intentar escapar de su
cautiverio.
Bergdahl
reveló esos detalles en el hospital militar estadounidense en Alemania donde se
recupera lentamente de su largo aislamiento y reclusión, al que un intercambio
de prisioneros puso fin el pasado 31 de mayo.
Según
el diario The New York Times, Bergdahl fue recluido en una caja de metal en
total oscuridad durante semanas en represalia por un intento de huida.
El
medio online Daily Beast aseguró recientemente que Bergdahl, hecho preso en el
verano de 2009, intentó escapar en al menos dos ocasiones de sus captores
talibanes.
Tras
el segundo intento de escapada, los captores, posiblemente miembros de la
pakistaní-talibán red Haqqani, aumentaron la vigilancia sobre el soldado, que
era trasladado cada poco tiempo de un escondite a otro para evitar que la
inteligencia estadounidense diera con su paradero.
Bergdahl
fue liberado finalmente gracias a un acuerdo que incluía la salida de cinco
altos dirigentes talibanes de la prisión de la Base Naval estadounidense de
Guantánamo, quienes ahora deben pasar al menos un año en Qatar.
El
sargento de 28 años se recupera en el hospital alemán de Landstuhl, donde se ha
iniciado un procedimiento por fases que debería permitirle reintegrarse en la
sociedad, después de un largo aislamiento.
Según
el New York Times, los médicos consideran que el estado físico de Bergdahl es
óptimo y, a excepción de algunas carencias por falta de higiene, ni siquiera
sufre malnutrición, una de las preocupaciones de la Casa Blanca.
No
obstante, su estado mental no permite aún que el militar vuele a un hospital
estadounidense en Texas, donde se iniciaría una nueva fase para exponerle a
familiares, medios de comunicación y probar otras relaciones con el exterior.
La
liberación de Bergdahl se ha tornado en una fuente de polémica para el
presidente Barack Obama, al que la oposición republicana acusa de obviar al
Congreso durante las negociaciones de liberación.
Además,
miembros del pelotón en el que servía Bergdahl lo acusan de haber desertado de
su puesto la noche que desapareció y por ello acabó capturado por los talibán.
Asimismo,
algunos consideran que fue responsable indirectamente de media docena de
muertes de soldados que participaron en el operativo para rescatarle.
Fuente: Miami Diario.